Pedir cuotas e igualdad es rebajarse a sí mismas
Las feministas son una mentira en sí mismas: la igualdad no se pide, se demuestra. Solo se debe exigir la igualdad ante la ley y disponer de las mismas oportunidades para estudiar, prepararse, emprender y trabajar.
Marie Curie, una mujer de gran altura, dijo: «Nunca he creído que por ser mujer deba tener tratos especiales, de creerlo estaría reconociendo que soy inferior a los hombres, y no soy inferior a ninguno de ellos».
Ustedes piden igualdad e incluso está de moda decir por algunas que cada vez hay más mujeres que encuentran su plenitud sin pareja. A todas las que pensáis de ese modo, les diré algo: sin los hombres estarían todavía viviendo bajo el confort de las cuevas. A ellos debemos el progreso, el avanzar y la construcción del modo de vida que disfrutamos. Salieron a luchar contra las fieras, expandir espacio y ampliar mundo y fronteras. Invadieron, se defendieron de invasores, construyeron medios de transporte, carreteras, túneles, vías, viaductos, puentes, aeropuertos, coches, camiones, grúas, barcos, aviones, rascacielos, explotaron minas, plataformas petrolíferas, hicieron saneamientos, sumideros, metros, trenes... En fin. Hay que decírselo así de frente para que algunas reflexionen. Es cierto, con el apoyo de muchas mujeres enormes. Esas que dicen así, que no necesitan al hombre, es odio al hombre, a la vida en pareja, a la familia. No dicen nada de la cooperación, la ayuda mutua, personal y emocional que te aporta la persona adecuada. El compromiso con la continuidad de la especie. El honrar la vida.
Pensáis que como ya os construyeron una forma cómoda de vida, ya ustedes pueden por su cuenta disfrutar de todo, y de okupas. Les sobran los hombres, dicen algunas, dan lástima. Ahora irán ustedes a la guerra, ¿verdad? Pues prepárense, está más cerca de lo que no quieren percibir. Vean a la UE aconsejando un kit de emergencia para prepararnos contra la guerra. Está dirigida por una mujer: Ursula von der Leyen. Vean que esta rompió todos los techos de cristal que añoran ustedes, mejor los hubiéramos construido de acero para que jamás hubiera llegado a ocupar los cargos que ocupó y sigue ocupando; en esos cargos deben estar los y las mejores, elegidos por seso, no por sexo.
La feministas piden igualdad ahora, no lo hicieron para trabajar en las minas, en plataformas petrolíferas, rascacielos, para construir puentes, túneles, pesca de altura, defender territorio, guerras, subirse a los andamios... Qué decir de las fuerzas y cuerpos de seguridad, incluidos los ejércitos, sin ellos la vida estaría desprotegida, todos fueron hombres, ahora algunas mujeres los conforman, pero de qué manera, también aquí nos engañamos a nosotros mismos, salvo excepciones o cumplir otros cometidos, la fuerza, agilidad y la constitución física es necesaria (antes mucho más) para luchar contra los invasores, terroristas, ladrones, asesinos, agresores, transgresores, delincuentes sin miramiento, incendios, rescates... Lo siento, sé que no todos pueden decirlo, pero hay vídeos sin manipular muy esclarecedores al respecto. Además, la mujer que es una gran policía, bombera o soldado cobra lo mismo y no va llorando igualdad, lo demuestra. No es lo mismo poner una multa de tráfico que perseguir, pelear y arrestar delincuentes o traficantes dispuestos a todo.
Sé que no sirve de nada, esa presión mediática impone silencio y censura, miedo a ser catalogado de machista, fascista, racista... Es igual, lo digo más que nada por ese feminismo inconformista y misándrico que menosprecia a las amas de casa, pero que jamás haría vida en común con un amo de casa. Les falta el desprendimiento, la solidaridad y el altruismo del hombre en general.
¿Saben que lo de las amazonas es fabulación?
Los hombres no son un peligro para las mujeres, son complementarios, necesarios. Tampoco menosprecian a las mujeres, las respetan, no hablen por lo que hagan unos pocos, hoy cualquier hombre se pone en manos de cirujanas en operaciones gravísimas sin miedo a que por ser mujer ponga en riesgo su vida. Esas cirujanas, científicas, maestras, albañiles si fuera el caso, amas de casa (algún día deberíamos ponerles un monumento a estas mujeres que apartaron su progresión profesional e intelectual para dedicarse a educar y criar a sus hijos) todas esas no piden cuotas e igualdad, lo piden las arribistas movidas por las políticas de feministas y misándricas que se reparten cargos, prebendas, poder, influencia, notoriedad y subvenciones a mogollón. Cogieron una mina en ello, no la soltarán, seguirán intoxicando, dividiendo y confrontando a la sociedad, les va en ello su ruque.
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