El Sporting: un club en descomposición
Así son los síntomas que transmite este club, que tiene la mala suerte de estar gestionado desde hace ya demasiados años por unos verdaderos incompetentes que pueden llevarlo incluso a su desaparición. En estos momentos da la sensación de un club paralizado, sin saber qué decisiones tomar ante unos resultados que sus dirigentes fueron buscando por sus errores deportivos y su cicatería económica a la hora de incorporar buenos futbolistas.
La historia actual es la de unas personas que no saben lo que se traen entre manos cada uno en sus parcelas correspondientes. En la cúspide están los mejicanos con dinero, que están a hacer negocio y que como no les sale lo que pretenden no saben cómo salir del lío en que están metidos. Les sigue en el escalafón un presidente ejecutivo de verbo fácil y demagogo que es la voz de su amo y que no se le cae la cara de vergüenza cada vez que nos trata de hacer comulgar con ruedas de molino y al que algunos le siguen bailando el agua invitándole a eventos varios. En la parcela deportiva un o unos responsables deportivos que siguen la misma política y tragan con lo que le dicen sus jefes porque da la sensación que no tienen independencia para actuar y que con sus malos fichajes están devaluando el equipo y la cantera.
Todos ellos son puro marketing que con tal de cobrar su buen dinero todos los meses no les importa perder su honestidad, están acabando con la paciencia de una afición y echarán por tierra un club histórico.
Respecto a lo que ocurre en el terreno de juego el club está en manos de un entrenador que está desbordado por sus errores en las alineaciones porque, y es una cosa que observo en todos los entrenadores que van pasando por aquí y que son muchos, para todos ellos no prima la actitud, la lucha, la intensidad, el darlo todo en el campo que es lo primordial y que tiene que estar en los genes desde abajo de los chavales que quieren llegar a jugar en el Sporting. Aquí ocurre todo lo contrario, la falta de lo dicho anteriormente que hay en el primer equipo y que ya viene incubado desde abajo es patente. Siempre digo lo mismo: que se den una vuelta por Lezama. Ese amor propio hace ya tiempo que se perdió, si es que alguna vez lo hubo. Como decimos por aquí: “Jueguen de mentira”. No se puede decir que no corren, solo faltaría, pero ni hay calidad ni espíritu competitivo.
Pues aun así tienen a su favor a los medios de comunicación que están al sol que más calienta y que encumbran a cualquier medianía, ya sea entrenador o futbolista, y que luego cuando se equivocan una y mil veces nunca entonan el mea culpa. Siempre opinan a toro pasado, no son críticos ni se adelantan a los malos momentos que se ven venir. En la mayoría de los casos lo hace la afición con su descontento y ellos siguen defendiendo lo indefendible.
Y este es, en mi opinión, el bucle en el que está metido el Sporting desde hace años y al que habría que dar la vuelta como un calcetín, pero para ello tendría que obrar el milagro y que llegaran al club personas serias y cualificadas a todos los niveles. Pero me temo que en el mundo del fútbol estas personas no abundan.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo