Usted no tiene las cartas
En tiempos pasados, los degenerados de la cima social arrojaban a algunos plebeyos a los leones para que todos los aplaudieran. Ahora pueden enviarnos muerte y destrucción mediante vacunas y medicamentos, guerra perpetua, fumigaciones químicas aéreas, sequías inducidas artificialmente, inundaciones, tormentas, terremotos e incendios "salvajes"; mediante toxinas en el agua, alimentos genéticamente modificados y, en algunas regiones, alimentos adulterados con harina de insectos.
Al presidente de EE UU, Terminator Trump, tan creativo él, se le ha ocurrido algo más definitivo: la sumisión por chantaje.
Acabo de leer otro artículo que detalla sus exigencias a Irán, un calco de las que ya le hiciera a Zelenski: "O se deshace por completo de sus 'armas perfectamente legales' o será atacado militarmente por Estados Unidos".
Para ser justos, Terminator Trump simplemente sigue los pasos de Obama "Killery", paradójicamente, Premio Nobel de la Paz 2009, porque eso mismo fue lo que le exigió a Libia. Libia, insensatamente, accedió y fue destruida por la OTAN.
Irán ha dicho que no negociará con Estados Unidos, y punto.
De momento, el mandamás estadounidense, aunque puede cambiar de opinión, parece haber escuchado los "argumentos" expuestos por el ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de la República Islámica. Los argumentos son como para tenerlos muy en cuenta.
Rusia e Irán, junto con China, están a la vanguardia del proceso de integración de múltiples capas de Eurasia, el acontecimiento geopolítico más crucial del joven siglo XXI.
Rusos e iraníes son miembros destacados del BRICS+ y de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Ambos están seriamente comprometidos como líderes de la Mayoría Global en la construcción de un mundo multipolar y multinodal. A finales de enero, ambos firmaron en Moscú una alianza estratégica detallada e integral que, aunque no constituya exactamente una alianza militar, sí concreta las medidas mutuamente acordadas en caso de un ataque o amenaza a la seguridad nacional de cualquiera de las dos naciones.
El tratado también define el amplio alcance de la cooperación técnico-militar y de defensa, incluyendo, crucialmente, el intercambio regular de información de inteligencia.
La naturaleza del tratado entre Rusia e Irán difiere sustancialmente de la del tratado entre Rusia y China. Para Pekín, la alianza con Moscú es tan sólida y se desarrolla con tal dinamismo que ni siquiera necesita un tratado: tienen una "alianza estratégica integral".
Un ejemplo de ello son los quintos ejercicios navales conjuntos anuales Rusia-Irán-China, que tuvieron lugar en el golfo de Omán en marzo. Esta sinergia trilateral no es nueva, lleva años desarrollándose.
Aquí viene otra perla de jade del ministro chino de Exteriores, Wang Yi, difícil de resistir: "Estados Unidos está enfermo, pero obliga a otros a tomar la medicina".
Conclusiones: Rusia no cambiará de bando; China no será rodeada, e Irán, llegado el caso, será defendido.
Por lo tanto, es probable que las andanadas verbales de Terminator Trump 2.2 estén allanando el camino para un acuerdo temporal que se presentará sin piedad (después de todo, esto siempre es una batalla de narrativas) como una victoria diplomática.
La baladronada del presidente americano a Zelenski en la Casa Oval la aplica hoy Irán al propio Trump: "Usted no tiene las cartas".
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