Vuelve el timo del "colectas"
Como seguro conoce, el "colectas" Pablo Iglesias (gracias, Ivars), rey del crowdfunding -no del cachopo, por Dios-, después de que la política le abandonara provisionalmente, ha terminado siendo un empresario hostelero fracasado (taberna vacía), al que incluso han denunciado sus empleados proletarios.
A ver, que se ponga de pie quien haya dicho fracasado. ¿Acaso es un fracaso, solo a base de cerebro y crowdfunding, financiar Podemos, comprarse una mansión, crear una familia numerosa, inventarse canal Red, mandar a la churri a Bruselas a juntar un capital o poner una taberna sin gastar un euro?
Lo de arriesgar patrimonio queda para los empresarios fachas, paleto.
No obstante, amigo comunista, la pareja más comunista de España que tiene, como cualquier comunista que se precie, todo el derecho del mundo a tener un chalé capitalista de su propiedad, 268 m2 con piscina y parcela de 2000 m2, más a la Benemérita defendiendo su territorio por si le asaltan los "okupas" (claro que, según convenga, bien podrían defenderlo los okupas, si acaso fueran los de la Benemérita los asaltantes), te anuncia que vuelve a la lucrativa campaña del crowdfunding, y te pide que vuelvas a donarle parte de tu sueldo para montar un bar más grande, desde el que "luchar contra el fascismo y por la libertad".
A cambio de tu aportación, privilegiado accionista voluntario, no tendrás participación alguna en el negocio, cierto, pero alégrate: si la cantidad aportada son unos paupérrimos 25 euros, recibirás un email de agradecimiento; por 50 euros, una foto de los dueños para enseñarles a tus nietos; por 150 euros, un vídeo de agradecimiento, y por 250 euros, un vídeo cantando una canción. Lo juro por Snoopy.
Aun siendo alucinante, aunque, como decía un torero famoso, "hay gente pa to...", lo más alucinante es que la extorsión emocional y pecuniaria le siga funcionando con los "desheredados" a los que dice dirigirse.
Por otra parte, me parece un misterio que haya gente tragando con esto, porque entiendo que hay que ser muy cerril, sectario y pobre de espíritu para dejarse timar por este reconocido y transparente vendehúmos, aunque, obviamente, cada uno con su dinero hace lo que le da la gana (mientras no se lo sise el Gobierno), hasta dárselo al marqués de Galapagar incluso, pero no sé hasta qué punto debería ser legal aprovecharse de manera tan ruin de personas con cierta deficiencia mental (perdón).
Ético no me parece, como no me parecen éticos esos timos amorosos por internet con los que embaucan a solteronas ilusas. Ya digo, un misterio.
Estos personajes de la picaresca española parece que son consustanciales a nuestra sociedad, y se mantienen a través de los siglos. Para ellos, sablear a amigos o engatusar a conocidos es ordinario y zafio, pero hacer crowdfunding, ay, amigo, eso es guay, progresista y antifascista.
Pregunto: ¿por qué insistir con esa palabreja existiendo cuestación o colecta? Además, usar la palabra "colecta" permite cambiarle el apodo al personaje de manera muy apropiada y muy graciosa: Pablo Iglesias, el «colectas».
Resumiendo, que el comunismo era esto, ¿no? Porque, oye, la opción de ponerse a trabajar... Ah, que de eso nada. Perdona.
Lo escribió Alexander Solzhenitsyn: "Ser comunista, inteligente y bueno es totalmente incompatible. El que es inteligente y bueno no es comunista. El que es comunista y bueno no es inteligente. Y por supuesto, el que es comunista e inteligente, es imposible que sea bueno".
Huelga recordar que Pablo Iglesias es comunista.
Saludos cordiales.
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