¿Qué intoxica a los vecinos del distrito este, señor alcalde?
"No intoxiquen". Esta fue la reacción del señor alcalde de Oviedo ante una propuesta sobre la compra de terrenos para el futuro parque del este realizada por dos concejales de la oposición. Así lo veíamos hace unos días en la TPA. Previamente había afirmado estar trabajando en ello, pero que no esperásemos nada a corto plazo. "No intoxiquen", no es la primera vez que le escuchamos esta expresión. Ya la utilizó en uno de los plenos del Ayuntamiento en el que se trató este tema. Me llamó la tención y por medio de este periódico me gustaría responderle.
Lo que nos intoxica a los vecinos de esta zona son los humos de las hogueras en las se queman muebles viejos, con barnices, plásticos, conglomerado... que olemos y respiramos a diario. Lo que nos intoxica son los coches que, atascados en la rotonda de la Cruz Roja, llegan hasta la mitad de la Tenderina Alta. Lo que nos intoxica es salir a pasear o hacer deporte por el parque lineal diseñado a la entrada de la autopista respirando el humo de los coches que entran y salen de Oviedo, y luego escucharle decir que es una inversión para el barrio.
Lo que nos intoxica es ver desde nuestras ventanas las basuras: maderas y muebles viejos para quemar, plásticos, colchones, una taza de wáter, hasta una lavadora... que se tiran en las fincas que tienen dueños pero no cumplen la ordenanza municipal de limpieza de vías públicas en su art. 13, que hace referencia a los espacios de titularidad privada; ni su Ayuntamiento lo cumple. Nos intoxican las ratas que salen, al atardecer, de dichas fincas a la calle hacia las bolsas de basura.
Nos intoxica ver las casas y fincas ocupadas, convertidas en chabolas, donde vive alguna persona anciana y un niño pequeño en medio de la basura, las ratas, las hogueras.... El deterioro y abandono de toda esta zona, en plena ciudad de Oviedo, es lo que nos intoxica.
No necesitamos la opinión de ningún político para vivir intoxicados, señor alcalde. La realidad que vivimos día a día, las promesas no cumplidas y la falta de intervención de su Ayuntamiento en estos problemas, suficientemente conocidos por ustedes, es lo que nos intoxica.
Si alguien piensa que exagero, le invito a dar un paseo por la zona o a venir a mi casa y verlo directamente. Llevo más de treinta años viviendo en el barrio y es lamentable el deterioro progresivo que se está produciendo. Por eso me indigno al escucharle decir que "no esperemos nada a corto plazo". ¿Hasta cuándo vamos a seguir intoxicándonos, señor alcalde?
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