Apagón en la cima del Naranco
Con fecha 5-12-2022 LNE me publicó en esta sección de cartas de los lectores una en la que bajo el título "Oviedo, Navidad de órdago" –en referencia al titular dedicado desde estas páginas al "apoteósico encendido de las luces de Navidad" en nuestra ciudad– y a propósito de la emoción que embargaba al Sr. Alcalde al contemplar el gran espectáculo luminoso que inundaba la ciudad, yo le reprochaba que no hubiera dirigido la vista a la cima del monte Naranco, para que su exaltación se transformara en inquietud al contemplar que el auténtico protagonista de la fiesta –cuya imagen preside nuestra ciudad desde hace más de cuarenta años– permaneciera desde hacía meses inmerso en la más absoluta oscuridad a partir de las 22.00 horas. En esa misma carta le preguntaba si era tanto el gasto que representaba la iluminación de esa singular imagen en las horas nocturnas como para negar la luz al mismo que la creó.
Pero la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que preside nuestra ciudad permaneció en tinieblas en las horas nocturnas durante más de un año, hasta que finalmente, en febrero de 2024, su iluminación se prorrogó hasta las 00.00 horas volviéndose a encender a las seis de la mañana hasta el amanecer. Según tengo entendido, posteriormente hubo una remodelación del sistema de iluminación (supongo que para lograr mayor eficacia lumínica –algo que se percibió– y menor gasto –desconozco si por medio de placas solares–), lo que permitió que la imagen permaneciese iluminada sin interrupciones toda la noche.
Sin embargo, desde hace unos meses –incluyendo ahora la Semana Santa– de nuevo –y por razones que desconozco– se imponen nuevas restricciones de iluminación de esta emblemática imagen de Oviedo, estando únicamente encendida desde el anochecer hasta cerca de la una de la madrugada. Ante esta nueva situación me surgen algunas dudas: ¿Estas restricciones de iluminación a la imagen del Corazón de Jesús son debidas al gasto inasumible que le supone al Ayuntamiento a pesar de las sustanciosas recaudaciones? ¿O se deben al cumplimiento de unas normas redactadas por "expertos" contra la supuesta "contaminación lumínica" que esta imagen puede originar en el Naranco?
Aunque, dados algunos precedentes, alguien malpensante podría suponer que el Sr. Alcalde, en busca de no herir determinadas sensibilidades, opte por que esta imagen pase desapercibida en las horas nocturnas y quién sabe si como preámbulo a su eliminación por el bien de la ciudadanía, dado el riesgo que podría suponer para la atracción de rayos o para una supuesta degradación paisajística.
Espero que ninguno de estos supuestos se correspondan con la realidad y que, después de dos años y medio de permanencia en las tinieblas, podamos presenciar esa imagen que con sus brazos abiertos protege a nuestra ciudad también por la noche.
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