Adolescencia y verdad
El artículo de Peláez del sábado pasado me parece muy acertado. Coincido plenamente con todo su análisis. Además, como todos los que firma él, está muy bien escrito.
Al mismo tiempo, me gustaría señalar que sí, que se puede. Es decir, que sí se puede educar bien a los adolescentes. Después de ver esa serie te quedas frío, te entra miedo, te ves sin respuestas, sin saber qué hacer, simplemente deseas que no te pase a ti ni a nadie de tu familia. Y, sin embargo, sí se puede educar bien a los adolescentes, hay muchos muy bien educados, los conozco. Quizás para eso habría que empezar contándoles, como dice Peláez, la verdad de lo que son y de lo que pueden llegar a ser. Siguiendo por enseñarles, sobre todo con la coherencia entre lo que decimos y hacemos, dónde se encuentra de verdad la felicidad en esta vida. Luego señalándoles con nuestro ejemplo a ver la importancia de hacer felices a los demás y alentando sus sueños de hacer cosas grandes. Porque confías de verdad en ellos. Si además lo haces con cariño, con paciencia, y con la ayuda de amigos que saben, se puede, claro que se puede.
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