Estereotipos en la publicidad
Hay anuncios que no solo venden, sino que van más allá del propósito comercial. ¿El resultado? Uno de ellos, exhibir cuerpos "normativos", alejados a lo que se promociona y, como reclamo de venta. Esto no es publicidad, es explotación. La idea de publicitar debería contribuir en la perspectiva de género, no en agravar la exclusión de individuos/as por su género, edad, procedencia o físico.
¿Cómo es posible que los estereotipos continúen siendo una barrera vigente en la publicidad? Esta cuestión a veces es hipócrita. Las marcas (aunque no todas), optan por priorizar los cánones de belleza impuestos por la sociedad; con el fin de idealizar el físico humano y posicionar un -producto o servicio- en la mente de los consumidores. Hace falta poner límites. La presión social ha hecho que, hombres y mujeres se conviertan en objeto de deseo para persuadir e impulsar la opción a compra.
El cuerpo femenino ha sido históricamente explotado, aunque el masculino también está siendo víctima de las representaciones prejuiciadas y de la comercialización publicitaria. Esto no es igualdad de género.
Es crucial que demandemos anuncios éticos, enfocados en prácticas morales y mensajes inclusivos; alejados de enfoques discriminatorios, predominantes, estereotipados y que perpetúen roles de género restrictivos.
No se trata de demonizar la publicidad, sino de responsabilidad social.
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