¿De quién depende la Fiscalía, eh? Pues eso
Nuestros dirigentes nos obligan a dormir con un ojo abierto y los oídos prestos a captar el mínimo aleteo del insecto volador más insignificante y venenoso. Juzgue si no.
Mientras los wasap entre Sánchez y Ábalos (una cortina de humo, un señuelo), adjetivando negativamente a miembros del propio Gobierno, armaban un gran revuelo, el "ladino" nos colaba un proyecto de ley orgánica de reforma de Justicia, pendiente de pasar el "filtro" del Congreso.
El resumen es el control absoluto de los jueces por parte del Gobierno, y también de la instrucción de los procedimientos a través de los fiscales, es decir, ya no va a haber un juez que garantice la independencia de la instrucción, sino que será la Fiscalía del Gobierno de Pedro Sánchez la que instruya los procedimientos judiciales criminales en su lugar. Un proyecto inquisitorial de control de la Justicia que nos devuelve a la Edad Media. Bienvenidos.
En cristiano: cuando en España no hay ningún tipo de independencia en la Fiscalía porque es un órgano que, como bien nos ha recordado el "ladino", depende del Gobierno y está jerarquizado, por lo cual los fiscales de abajo obedecen al de arriba y el de arriba depende del Gobierno, que es quien lo nombra, será el fiscal quien instruya. Juez y fiscal al mismo tiempo. Tremendo.
Fíjese que ahora mismo está actuando como abogado de Begoña Gómez la Fiscalía; como abogado defensor de David Sánchez, la Fiscalía; como abogado defensor del fiscal general del Estado, la Fiscalía.
Piense y valore que si, en vez de los jueces, fueran los fiscales los que investigaran y dirigieran a la Policía judicial, hoy no habría ningún procedimiento judicial contra el Gobierno, nada de nada, entonces cerrarían el "caso Begoña", el "caso Koldo", el "caso Ábalos", "Hidrocarburos" o "Air Europa" sin devolver un euro, seguro. Y, ya puestos, no me extrañaría que se cumpliera el sueño húmedo de este Gobierno, y la UCO dejara de investigar y pasara a integrarse en la UME. Vamos, una auténtica dictadura.
Eso fue el martes. El miércoles, las asociaciones de jueces y también de fiscales han emitido un durísimo comunicado contra Pedro Sánchez y su pretendido control absoluto de la justicia, diciendo (resumido) que "el panorama que implica esta reforma es desolador".
"Supone una reforma estructural que afecta gravemente a los principios constitucionales como la igualdad, el mérito y la capacidad para acceso a las carreras judiciales y fiscales, así como al propio Estado de derecho y a la separación de poderes y a la independencia judicial.
"Supone un retroceso en los órganos democráticos que van a elegir a los jueces de las diferentes salas. Esto lo que propicia es terminar con el Estado de derecho y un acceso arbitrario a la judicatura".
Sorprendido y cabreado porque Feijóo, un Sánchez bis, permanezca en silencio ante esta barrabasada, llego a la conclusión de que el motivo es que espera beneficiarse de lo mismo, si le toca gobernar. No se me olvida que quiso imponer en Galicia la vacuna obligatoria con sanciones de 60.000 euros a los negacionistas, lo que es un indicio cierto del talante democrático de este personaje, un tipo gris, triste, que no genera ilusión alguna, que no critica lo importante y pierde su precioso tiempo en el Congreso recreándose en la trampa de los wasaps.
Siendo esta pretensión de todo punto inasumible, le interesa al PSOE, pero también al PP, porque les permite controlar a los jueces, que son los únicos que pueden poner límites ahora mismo a sus desmanes y a su corrupción.
No una cuestión de derechas ni de izquierdas. Es una cuestión de políticos (todos) contra ciudadanos (todos), y no nos podemos permitir perder.
Saludos cordiales.
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