Parres, 46 años de paz(iencia)
Si la Corporación de Parres acude a un chequeo, es más que previsible que cuando le pidan que diga 33, responda 46. El pasado 15, la Ejecutiva Municipal (?) emitió un comunicado en el que se lee: "A lo largo de más de 46 años de este periodo democrático en el Ayuntamiento de Parres y, por tanto, de gobiernos socialistas...". Aunque en democracia sean tan importantes las formas como el contenido, pasemos por alto la sintaxis, manifiestamente mejorable y que deja traslucir la amalgama entre institución y partido.
"Más de 46 años": el régimen local que unos disfrutan y otros padecemos, en longevidad ya deja corto a aquel denostado y ominoso régimen de los 40 años. El dispositivo legal de los sistemas democráticos propicia y garantiza la alternancia. La falta de alternancia puede resultar más nociva que el "turnismo" trucado de la Restauración (1874-1923). El caciquismo pervive camuflándose.
En este sentido, la Corporación socialista o el socialismo municipal actúa como una eficiente agencia de colocación. El parragués que aspira a una plaza en alguna institución o empresa, sabe que le conviene llevar bien visible el crotal del partido. No está tan lejano el episodio en el que, con ocasión de la apertura de un supermercado, las demandas de empleo se presentaban en la Alcaldía. Cuando lo que tiene que fluir (alternancia) se estanca, termina oliendo... regular.
Hará cosa de ocho años, en vísperas de unas elecciones municipales, participé en una conversación a cinco que terminó girando en torno a la candidata de Ciudadanos, a la que no conocía ni de vista. Mis cuatro interlocutores coincidían en que era una "incordiona" contumaz, incapaz de dar el brazo a torcer. De ahí saqué la conclusión de que era la candidata adecuada para una Corporación empantanada, con una oposición átona y precomatosa. Desde entonces voto Ciudadanos.
"Condenamos los hechos ocurridos en el Pleno del jueves, que obligaron a intervenir a la Policía Local" (reza el comunicado). No faltará quien vea en ese incidente un exceso de autoridad. Personalmente percibo lo contrario: el Alcalde, sobrepasado por la obstinación de la concejala, le pidió a su segundo que le "sujetara el cubata", y llamó a la fuerza (en apoyo de la que le faltaba). Es notorio que el señor Longo no es un Spiderman de la dialéctica; y no se sentirá ofendido por esta inocua acotación descriptiva. Nadie me sorprenderá llamando a una autoridad municipal "petardo", "pájaro" o "tocagüevos" y otras lindezas con que el jefe de la tropa progresista obsequia a sus subalternos.
En el caso más que improbable de que la concejala de Ciudadanos me pidiera consejo, le recomendaría que en sus intervenciones vaya al grano y olvide las argumentaciones jurídicas que, a los de a pie, nos aportan más ruido que información, y pueden terminar aburriendo a las ovejas. Aburriendo a las ovejas y sacando de quicio al Alcalde. ¿Que al Alcalde le va en el sueldo? Eso también es verdad. Pues a votar Ciudadanos a ver si en la próxima son por lo menos dos o tres, de modo que lo estancado fluya, que donde corre el agua no se acumula el fango.
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