¿Universidad?: pública y de calidad
En defensa de la pública, en la defensa y fortalecimiento de la Universidad de Oviedo.
Y en rechazo al negocio de las privadas, amparadas en recursos públicos.
Izquierda Unida de Avilés ha sido la organizadora de la mesa-debate en el palacio de Camposagrado. Y este espacio público es el que precisamente se trata de ceder a una "Universidad de garaje", la Nebrija, que seguiría adscrita a Madrid, y por lo mismo sin suponer más que cargas y ningún beneficio para Asturias.
Y hay otros dos negocios anunciados a bombo y promoción (no en vano algunas de las empresas de información hacen parte o tienen parte en el entramado): la llamada Universidad Europea y la Alfonso X. Y las tres buscando el "nicho de mercado" de las formaciones que supuestamente más precisan de graduados.
Todas muy caras, todas con trabajadoras-enseñantes en precario, todas auspiciando que la Administración las riegue con beneficios, prebendas, becas, ayudas.
Y todas ofreciendo titulaciones que ya existen en la Universidad asturiana pública. Como Enfermería y Medicina.
Se han sorprendido las profesoras de la mesa y el anterior rector de la llegada abrupta de las privadas, no se lo esperaban. Todas han opinado que, si hay necesidad de aumentar las formaciones y el número de graduaciones en varias materias, es el Gobierno autonómico el que debe presupuestar a la UniOvi para ello. Y no por dar manga ancha a agentes externos que tienen como fin enriquecerse a costa del estudiantado, poniendo en juego bienes tan importantes y preciados como la educación pública y la igualdad de oportunidades.
Tampoco permitir el juego peligroso de avalar una formación de entidades privadas para engordar a los hospitales privados que van a su mismo ritmo de aprobación, lo que supondría un deterioro de la sanidad pública.
Se ha puesto en valor la historia y legado de nuestra Universidad pública, con 400 años de antigüedad, que, más allá de los beneficios económicos que aporta a Asturias, cuenta con demostrada vocación social.
Iniciativas como la Extensión Universitaria, PUMUO o la labor de divulgación de su personal investigador son solo algunos ejemplos de la importancia y valor que tiene la Universidad de Oviedo, mientras que la privada, sometida a criterios de ganancia, simplemente beneficia a quienes pueden pagar los elevados costes de sus títulos universitarios.
Avilés tiene un nuevo reto, de información y movilización, como lo había tenido con la importantísima movilización por el agua, contra la gestión privada por la que optó el PSOE en su época, desvinculándose de las decenas de miles de firmas que defendieron la pública gestión.
Ahora, ¿se repite la historia con las idas y venidas de la alcaldesa a Madrid, con el posicionamiento, por ahora, similar al de Ayuso, para beneficiar a entidades de lucro sobre el bien común?
La Plataforma ciudadana en defensa de la Universidad pública lleva ya más de 1.600 firmas de docentes y sigue recabando apoyos en su página web.
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