Reivindicar la educación es dignificar el futuro
La educación pública asturiana atraviesa un momento de profunda tensión. Los sindicatos docentes han intensificado sus movilizaciones ante la falta de avances significativos por parte de la Consejería de Educación.
La situación del profesorado en Asturias refleja una realidad que no puede seguir siendo ignorada. Las reivindicaciones del colectivo docente no se limitan a mejoras salariales o condiciones laborales, apuntan al corazón mismo del sistema educativo y al lugar que la sociedad les otorga a quienes lo sostienen día a día. Entre las principales demandas del profesorado asturiano se encuentran:
Restauración de la jornada reducida en junio y septiembre.
Reducción de la carga lectiva.
Mejora de las condiciones laborales de los interinos...
Es urgente reafirmar que los docentes no son cuidadores de niños, sino profesionales altamente formados cuya función principal es educar, orientar y formar ciudadanos críticos y responsables. El malentendido cultural que los ubica como simples guardianes durante el horario escolar desvirtúa su labor y mina su autoridad pedagógica. La conciliación laboral de las familias, aunque una necesidad legítima, no puede resolverse a costa del rol docente. Para ello deben implementarse medidas específicas, como la ampliación de plazas en guarderías públicas y la creación de centros con profesionales en trabajo social y atención infantil.
Además, se hace imprescindible una defensa firme de la autoridad del profesorado. El respeto hacia los docentes debe ser incondicional, tanto por parte del alumnado como de las familias, las instituciones educativas, las administraciones públicas y los órganos judiciales. Sin respeto no hay condiciones posibles para enseñar ni para aprender. La pérdida de autoridad en el aula está directamente relacionada con el deterioro de los resultados educativos, el aumento de la conflictividad escolar y el desgaste emocional del profesorado.
Asturias cuenta con un capital humano docente comprometido y preparado. Sin embargo, este compromiso necesita ser sostenido con condiciones dignas: estabilidad laboral, reducción de ratios, reconocimiento del tiempo no lectivo y una verdadera corresponsabilidad social en los procesos educativos.
Reivindicar los derechos del profesorado asturiano no es una lucha sectorial. Es una causa común que afecta al futuro de nuestra comunidad. Apostar por la educación empieza por dignificar a quienes la hacen posible.
Yo estoy con ustedes. En efecto, la escuela no debe ser un aparcaniños, como dice Eva. Un saludo.
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