Por Leoncia y Deva
Leoncia y Deva son dos quebrantahuesos cuya libertad tiene precio para Aragón y para Asturias. Para nosotros, cuatro aves muertas, otra enferma y enjaulada, nueve nidos saqueados sin legitimidad y silencios. Los de 72 quebrantahuesos encontrados muertos en los Pirineos, el del caer de la natalidad, el del rebrotar del veneno y a 5 recursos legales. La libertad de Leoncia y Deva ha significado arrasar consensos haciendo de Aragón y Asturias cómplices fugitivos del objetivo navarro, catalán, andaluz, francés y del Ministerio de Medio Ambiente de conservar sin perturbar la vida de los últimos quebrantahuesos. Para vosotros el precio de su libertad es: mirar para otro lado. Al saber que uno de esos dos quebrantahuesos era un pollito cuidado por sus padres. Se lo arrancó la FCQ Fundación para la conservación del Quebrantahuesos- el 12 de marzo. Al saber que el veneno os ha matado a 240 animales protegidos con vuestros impuestos entre 1994 y 2005 y desde 2008, a 15 buitres, 2 osos y un lobo. La libertad de Leoncia y Deva os condena también a pagar una factura de 2 millones de en un Centro de interpretación -Benia de Onís- gestionado privadamente por la FCQ y por último significa que digáis amén a un proyecto insolvente técnica y éticamente pero avalado políticamente. Cara libertad a costa de arrancar aves del Pirineo y soltarlas en montañas donde pocas posibilidades tienen de sobrevivir.
David García Fernández, portavoz de L´Aliaga, Huesca.
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