La consejera dimite. Solo por eso, se dignifica. Gracias
Al menos demuestra dignidad y se marcha. Mientras tanto, quien la colocó ahí sigue destruyendo la política desde dentro.
A los docentes no se les pudo manejar ni manipular como a otros colectivos o medios de comunicación, en este país cada vez más aplatanado. ¿Qué más tiene que pasar para convocar elecciones generales, autonómicas y municipales? Es urgente una regeneración total, de raíz, y devolverle la voz a la soberanía popular.
Los profesores no son cuidadores de niños ni las escuelas aparcaniños para cubrir la falta de conciliación laboral y familiar, una responsabilidad que corresponde a los gobiernos y a las administraciones.
A los medios, el "sanchismo" los agarró bien agarrados por los cataplines. Ahora muchos de esos medios son los nuevos censores, practicando un activismo ideológico que traiciona el código deontológico del periodismo. Ya los ciudadanos no tienen espacios para expresar sus quejas sin temor a incomodar a Barbón o a "Pedrito".
Sé que muchos periodistas se sentirán atacados. No es mi intención, porque sin ustedes, nuestra democracia se irá al garete. Los necesitamos valientes, íntegros, libres, defensores de la verdad y de la decencia política. No hay democracia si los medios están absorbidos por el poder. Deben fiscalizarlo sin trabas ideológicas, sin el miedo que genera la inestabilidad laboral-precisamente lo que ese poder fomenta para controlarlos. Exijan, como lo están haciendo los profesores.
Desde su profesión, no pueden ser cómplices del silenciamiento de la libertad de expresión y de opinión.
Lo tengo que decir -y que me perdonen los buenos periodistas- pero Ayuso tiene razón en una cosa: esto es chavismo. Un gobierno con la complicidad de ciertos medios y periodistas, que reparten prebendas, indultos e impunidad a delincuentes, corruptos y fugados, a cambio de mantenerse en el poder. Pactan con quienes dieron un golpe de Estado en Cataluña, con Bildu, con los independentistas, con "lo mejor de cada casa", cuando durante la campaña prometían no pactar jamás. Y aún así, hay medios y periodistas que los defienden, al más puro estilo chavista.
Los maestros han abierto el camino de la dignidad laboral. Eso molesta, porque desafía un sistema que se alimenta de la precariedad para perpetuarse.
Profesionales de la información: los necesitamos. Únanse a los profesores y apóyenlos. Nada alimenta más a un poder corrupto que el silencio cómplice de los medios. Y mucho menos, su papel de portavoces sumisos.
He admirado siempre esta profesión, igual que la política. Pero ahora veo cómo muchos han pervertido ambas. No podemos permitir que se pisotee la igualdad ante la ley, la separación de poderes y el Estado de Derecho sin que periodistas y políticos honestos alcen la voz.
¿No ven cómo se señala públicamente a jueces, a medios críticos, mientras se otorgan amnistías a quienes quebrantaron la ley, a cambio de hacerlos socios de gobierno? ¿Dónde se ha visto tanta complacencia y sumisión?
Un saludo.
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