Calendario laboral y docente
Ser docente es tener la mente constantemente en lo que se va a hacer (y no lo digo por el rollo de dictar apuntes, que eso no lo es), sino por el diálogo que se va establecer intentando ver por dónde pueden salir las preguntas. Es despertar por las mañanas y ponerse mentalmente a planificar todo lo reflexionado el día anterior. Es trabajar en el aula como un artista manejando su propio espectáculo para que el auditorio esté atento. Es acabar derrengado al finalizar la clase y mirar hacia atrás para ver cómo ha ido y cómo se deberían plantear las cosas al día siguiente (llevándose el trabajo para casa). Sin embargo, hay quienes dicen que los docentes no trabajan. Lo que sí tengo claro es que en los últimos años se ha llenado al docente de tareas no específicamente docentes. Todo empieza con aquello del control de calidad (que lo de menos era la calidad), siendo más burocracia llenando formularios para el control de la actividad. Tras 37 años de funcionario docente (pagado como "no docente" por el Ministerio de Trabajo), no voy a entrar en cómo debería ser el salario de un docente, pero como hay mucha gente que supone que los docentes no trabajan, sí voy a entrar en proponer un calendario laboral y docente. La Administración debería hacer cumplir un calendario de 177 días lectivos al año, más 51 días no lectivos que intercalados (rodeando los lectivos) forman un todo de 228 días laborales, que, con 21 días de vacaciones en agosto (con cierre salvo mantenimiento), salen 249 días laborales. Todo ello sin entrar en horas lectivas y ratios. En los 51 días no lectivos el docente acudirá a trabajar; pero no a dar clase. Irá a prepararse él y sus contenidos formativos. De esos 51 días laborales no lectivos tendrá 10 de libre disposición (para usarlos como quiera previa solicitud) y, si no se llegan a usar, serán obligatoriamente unidos a las vacaciones del año siguiente. Se acabarían así las suposiciones. Otro problema distinto es mantener los centros educativos abiertos esos 51 días no lectivos con el personal trabajando en ellos. Se podrían aprovechar para programar actividades con otro tipo de personal. Quizá con clubes deportivos, o algún tipo de voluntariado, o Protección Civil, o (como en Suiza) en la defensa del país, incluyendo tiro con arma de fuego, al prepararse todas las personas para el deber de defender su territorio. Pero en fin, es otro país, aunque muy comprometido con la preparación democrática, formativa y educativa de sus personas.
P.S.: 228 días laborales con 10 de libre disposición y 21 de vacaciones seguidas y obligatorias debería ser algo general por eso de la igualdad entre todos. ¿Se animan a reivindicarlo los sindicatos para todo el mundo?
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