Muy vivos a pesar de la edad
Las cartas al director demuestran que nuestros mayores siguen muy vivos y comprometidos a pesar de la edad. Y que los jóvenes no aprendieron nada de ellos, de su legado, de no dejarse pisotear por un sistema que se desmorona sin que ellos parezcan enterarse de que va con ellos.
El pasado 12 de junio bastó con leer las cartas al director de LA NUEVA ESPAÑA para entender algo que muchos prefieren ignorar: nuestros mayores no se han rendido. Siguen escribiendo, opinando, levantando la voz. A diferencia de muchos jóvenes, siguen vivos por dentro. Vivos porque tienen conciencia, dignidad y memoria.
Ese día, solo ese día, varias cartas firmadas por personas mayores reflejaban una preocupación común: el deterioro de la sanidad pública, la degradación de la política, el silencio ante la corrupción y la pérdida de valores en nuestra vida pública. No son cartas de resignación, sino de alerta. Gritan con palabras sencillas lo que otros callan con comodidad.
¿Y los jóvenes? A menudo entretenidos con promesas vacías, con transportes gratuitos para ir a ninguna parte, con discursos que los anestesian mientras les arrebatan el presente y les hipotecan el futuro. Se les apaga la voz antes de haberla usado.
Los mayores, en cambio, lo dieron todo a base de esfuerzo. Nadie les regaló nada. Lucharon por la educación, por la sanidad, por la democracia. Y lo siguen haciendo, con la palabra como único bastón.
En esas cartas se puede leer el dolor por una sanidad que se desmonta pieza a pieza, la indignación por una política sin alma y la tristeza por ver cómo se normaliza la corrupción. Pero también hay esperanza: la esperanza de que alguien escuche, de que los jóvenes despierten de una vez.
Porque ellos, los mayores, siguen vivos.
¿Y los jóvenes? Muchos, lamentablemente, están muertos por dentro. No por edad, sino por apatía y resignación.
Lo que me parece más impresentables es que muchos de esos jóvenes sumisos convenzan a sus padres y abuelos para que dejen de ser ellos mismos, olviden quiénes fueron y se conviertan en defensores y cómplices de la degeneración y la corrupción de este Gobierno sanchista. Eso me duele aún más. Es cambiar compromiso por sumisión. Así solo ganan los indecentes que nos gobiernan. Por eso les mando un abrazo enorme a todos ellos y más que deberán sumarse, no teman decir, son la justificación y el ejemplo de la vida misma: Ángeles, Charo, Sara, Conchi, Ramón, Jesús, Rufo, José Luis, Josefa, Tomás, Gustavo, Sonia, Marino... sigan así de comprometidos, dando lecciones de vida y proyectando esa rebeldía impagable. Les leen más de los que se piensan. Gracias.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

