Ética de la necesidad
Me encuentro a una entrañable amiga que veo de año en año. Va acompañada de su cuñada y me presenta como el hermano de mi hermana (la conocen ambas). A continuación dice: «Y a veces escribe en el periódico»: señalando a LA NUEVA ESPAÑA que llevo entre las manos. Lo que me obliga a matizar: «Solo en Cartas al Director». Entonces su cuñada me hace una petición: «Mira a ver si puedes hablar sobre los inquilinos que con contrato que se renueva automáticamente no pagan el alquiler». Inicio un gesto ojiplático con encogimiento ligero de hombros y le contesto: «No es lo mío». «¿Entonces de qué escribes?», me pregunta. «Pues un poco sobre la ética o la filosofía de las cosas que ocurren», le respondo. Aquel día, hablando con mi hijo en el parque infantil de la plaza de Europa (frente al gran solar de la casa donde vivió N. Piñole), comentábamos que serían pisos de superlujo, pues con el cambio climático se está viendo la necesidad que van a tener las familias pudientes del sur de trasladarse al norte, y algunos ven en ello un gran negocio. Mi hijo me comenta que, a pesar de que la necesidad de vivienda es brutal entre la gente sencilla, hay infinidad de casas vacías porque existe miedo a alquilarlas. La Administración debería intervenir haciéndose cargo del problema de los caseros, logrando que la gente normal que alquila viviendas sencillas esté siempre protegida al garantizárseles ciertos ingresos mensuales en función de la valoración de su vivienda, contratando la Administración las viviendas para luego prepararlas y alquilarlas. Pero para todo eso se necesitan impuestos y..., qué más da que exista la supuesta ética del diferencial para pagarlos, cuando siempre acaba pagando muchísimo más el más necesitado. Ya que: si no necesito nada y pagó muchísimo, el cociente da algo prácticamente nulo; pero si necesito mucho y pago poco, el cociente da una cantidad nada despreciable, y el cociente entre una cantidad nada despreciable y algo prácticamente nulo tiende a infinito. Ocurre que, dadas las noticias de quienes nos gobiernan malgastando nuestros impuestos, uno ya está convencido de que esto de la ética de la necesidad para que la Administración ayude al necesitado y no al corrupto pudiente será cosa de otros países. Países donde el PSOE pertinente forzaría la dimisión de su secretario general y presidente de Gobierno, pactando con la oposición un gobierno con una persona notable como presidente hasta las siguientes elecciones. El PSOE ya forzó una dimisión de Pedro Sánchez, y estableció una gestora con Javier Fernández, que se hizo notar al facilitar la gobernabilidad de este país al PP. Frente a aquella gestora de la ética de la necesidad, se formó la antiética ambición de la banda de los cuatro y el Peugeot; y así fue creciendo la irresponsabilidad que continúa perjudicando a la democracia española y a la credibilidad de su política.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

