PSOE: ¿catarsis?
Muy difícil lo va a tener el PSOE en las próximas elecciones. Y no me refiero sólo a las Autonómicas y Municipales sino, también, a las Generales. Lo verdaderamente cierto es que ya "no cuela" la imagen de partido honesto y heredero de "100 años de honradez" que con obscena contumacia repiten y ondean como estandarte una y otra vez sus representantes. Ya ni siquiera cuela entre sus propios votantes y simpatizantes. Si les apoyan con sus votos será por otra razón u otro interés personal. Nadie se cree ya nada de estos individuos que, además, manifiestamente, prefieren que su partido sea encabezado por el mayor falseador de la realidad del Reino de España cual es el Señor Rubalcaba. La última representación de esta burla ha venido de la boca del Gerente del Hospital Monte Naranco y futuro número tres de la lista autonómica el Señor Vicente Herranz, evacuando en este periódico un titular que produce sonrojo sólo de leerlo: "La trayectoria de los socialistas asturianos es honradez e integridad" ¿De qué habla este señor? ¿piensa acaso que sólo por hacer una afirmación tajante ésta ya va a ser verdad per sé? Sinceramente, con la que está cayendo, esas palabras no son sino más bien un signo de desprecio a los asturianos en general pero, más aún si cabe, a los que son de izquierda o han confiado su voto al PSOE.
Esta receta repetida una y otra vez, de manera unívoca por todos los representantes socialistas, merece el mayor de los castigos pues no hay mayor agravio que engañar al Pueblo sobremanera con tan repetida contumacia.
Blanco, Chaves, Migoya, Areces, Griñán, Pajín Zapatero ¿es esto todo lo que puede ofrecer el PSOE para gobernar un país?¿Son estos sus valores? Si así es, la conclusión es inmediata: el camino del PSOE es el de la descomposición.
Cientos, miles de puestos creados ex-profeso para colocar a familiares y amigos repitiendo el mismo patrón por toda la geografía nacional con sueldos propios de ejecutivos de empresa privada mientras se recorta en sanidad, educación y seguridad. Puestos que se mantienen aún en la peor crisis económica vivida. ¿Hay alguien que todavía pueda decir que no conoce lo que pasa? No, porque todos tenemos un amigo, un pariente o un vecino que nos confiesa lo que está ocurriendo en España y, sobre todo, en Asturias desde hace tantos años. Es por esto que ofende mucho más que, aún así, nos tomen por tontos y todavía tengamos que escuchar de su boca semejantes y deleznables palabras.
Se podría ver un paralelismo con Egipto pues el camino por el que transitamos es paralelo y ya hemos visto como ha concluido allí. Sin embargo, España, Asturias, todavía es una democracia, imperfecta pero democracia. Y, en las democracias consolidadas como en la británica, alemana o norteamericana, el pueblo controla todos estos excesos de desprecio público con el control del voto. ¿Que quiere esto decir? Quiere decir que aquí no tenemos por qué ser menos y nos falta pasar todavía ese rubicón o esa reválida: gobernar con nuestro voto.
Es demencial, además, comprobar como un grupo como éste se llene la boca continuamente llamando ultra-católicos a todos los que simplemente ejercen como tales fieles a sus principios simplemente porque lo que a los afectos a este régimen socialista no les gusta y, por contra, sí se sientan como garantes de la libertad y de las "buenas costumbres". Por esa regla de tres ¿Cómo habría que llamar a estos usurpadores de siglas que no hacen sino continuamente incumplir e ignorar los más básicos valores que dan forma a la ideología socialista? ¿Cómo llamarían a los que si lo cumplen? ¿Ultrasocialistas? Lo que sí les digo es como yo los defino a ellos: sinvergüenzas.
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