Los peregrinos del Camín
Desde hace ya bastantes años se ha producido una evolución constante en lo que se refiere al Camino de Santiago. El Camino, en sus distintos itinerarios (Francés, Primitivo, de la Costa, etcétera) está en auge. Cada vez, afortunadamente, hay un porcentaje más alto de personas que realizan el Camino.
Me refiero hoy al Camino Primitivo (Oviedo-Las Regueras-Grado-Salas-Tineo-Allande y Grandas de Salime) del Principado de Asturias. Después, en la comunidad autónoma gallega (A Fonsagrada-Cádavo/Baleira-Cstroverde-Lugo...).
Para estos municipios supone la base fundamental del sostenimiento, en hostelería, restauración, tiendas, comercios, albergues, casas de aldea, farmacias, taxis, etcétera, sostenimiento económico y social, sobre todo en el periodo comprendido entre el 1 de abril y el 31 de octubre de cada año. En los últimos años se aprecia un porcentaje alto de peregrinos extranjeros, que podía alcanzar hasta un 70 por ciento.
Por todo ello, las administraciones deben implicarse más con el Camino. Hay que cuidarlo físicamente (limpieza, desbroce, señalética). En esto la comunidad de Galicia nos saca a la del Principado de Asturias varios cuerpos de ventaja. Y cuidarlo desde la atención a los peregrinos, en hoteles, bares y restaurantes. No solo dejan los cuartos, que también, sino que dan vida y dinamizan los pueblos.
Después de llegar a su destino al finalizar una etapa, y una vez aseados, al menos en Grandas de Salime, visitan el Museo Etnográfico, la colegiata del Salvador, y durante la siguiente etapa hacen un alto para visitar el yacimiento arqueológico y centro de interpretación del Chao Samartín, en Castro, y la capilla y leprosería de San lázaro, en Padraira.
Ocupan las terrazas de los establecimientos para tomar algo, cenan, desayunan antes de iniciar la etapa. Es decir, dan vida al municipio, vida económica y vida social.
Desde los ayuntamientos y, sobre todo, desde la Administración del Principado hay que ponerse manos a la obra para cuidar nuestro Camino Primitivo. De nada sirve la concesión del título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, recientemente conseguido, si en la práctica no se hace nada por promocionarlo y mantenerlo.
Un saludo.
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