Creo en la sinceridad de Sánchez
Creo en la sinceridad de Sánchez cuando en la moción de censura nos recordó que "en Alemania dimiten los ministros que copian la tesis". En Alemania, no en España. Creo en la sinceridad de Sánchez cuando declaró en La Sexta que, "como el 95% de los españoles, no dormiría tranquilo con Iglesias en el Gobierno".
Creo que fue sincero cuando prometió en campaña eliminar los indultos porque "eran un privilegio de los políticos". Creo que lo fue cuando dijo del "procés" que había sido "una rebelión clarísima". No dudo de que lo fuera cuando repetía a coro con su Gobierno y con el común de los españoles que "la amnistía era inconstitucional". Los únicos que tal vez creyeron desde el principio que la amnistía era constitucional fueron Gonzalo Boye y Cándido Conde Pumpido, esa formidable nave nodriza que suministra al sanchismo combustible para mantenerlo en vuelo.
Se me objetará que Sánchez hizo en cada uno de los casos lo contrario de lo prometido. Cierto, innegable. Reconozcamos, sin embargo, que lo hizo forzado en cada caso a "hacer de la necesidad virtud" o, como también dice para que lo entiendan todos, "a cambiar de opinión" para adaptarse a los hechos. En esa aleación perfecta de sinceridad y de virtud necesaria está la clave de su éxito: afirmando cosas de sentido común se ganó el voto de los socialistas; haciendo lo contrario (excarcelación de etarras, sedición y malversación eliminadas del CP, indultos, amnistía), se granjeó la complicidad de Bildu, ERC, Junts...
Es más, creo que fue sincero incluso cuando dejó correr el bulo de que desde la UCO podían estar urdiendo ponerle una bomba lapa en los bajos. Lo que no podía sospechar era que la lapa iba a tener cuatrocientas noventa y pico páginas. Una carga letal de necesidad. Moncloa es ya la morgue o el tanatorio donde Sánchez seguirá de cuerpo presente mientras sus socios aún se puedan "aprovechar" (Rufián) o tengan algo que "sacar" (Nogueras) antes de poner fecha al entierro.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

