Periodismo sanchista
«¿Dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité? / Nadie es mejor que nadie / Pero tú creíste vencer / Si lloré ante tu puerta de nada sirvió». La letra sirve para cierto periodismo sanchista que ahora recula.
Ojeando el panorama mediático, si tuviésemos querencia por la brocha gorda corearíamos lo de «las ratas comienzan a abandonar el barco». Fieles a un estilo más elevado, señalaremos que conspicuos comunicadores empiezan a virar y soltar lastre. El inteligente sofista que se dio a conocer como jurado borde en un concurso de cante, que bajo su falsa fachada de imparcialidad en realidad se ha pasado años haciéndole el caldo gordo a Sánchez, ha cambiado ya de chaqueta y pide abiertamente su dimisión. El fornido mascarón de proa de las mañanas al rojo vivo ya se ha reposicionado, no vaya a ser, y algunos días casi le zurra más a Mi Persona que Tellado.
La mutación se extiende a muchos tertulianos que habían apoyado hasta ahora al régimen. Por primera vez reparan en que el sanchismo tal vez no sea el jardín de las delicias que presumían. Solo los comisarios Fortes e Intxaurrondo mantienen la fe del fogonero. Resulta casi enternecedor verlos aferrados a «las residencias de Ayuso» y «el novio» mientras los picoletos registran Ferraz.
Rectificar es de sabios. Bienvenidos al sentido común y la verdad. Pero aun así, surge la pregunta: ¿dónde estabais entonces, cuando tanto os necesitábamos? Pues estabais apoyando a un arribista sin escrúpulos y calándoos las orejeras doctrinarias, porque el «progresismo» era más importante que la verdad y que la propia defensa de vuestra nación.
¿Dónde estabais cuando plagió su tesis? ¿Dónde estabais cuando rompió todas sus promesas electorales? ¿Dónde estabais cuando enfatizaba que con Bildu jamás para luego hacerlo socio preferente? ¿Dónde estabais cuando pactó entre tinieblas con el partido de ETA la suelta de los más crueles sicarios?
Ahora, en junio de 2025, os acordáis por fin de lanzar algún suave pellizquito al sanchismo. ¿Dónde estabais cuando pasó del «no» a la amnistía al «sí» en cuestión de horas solo porque necesitaba siete votos de un golpista? ¿Dónde estabais cuando el fámulo socialista Pumpido perpetró la inconcebible golfada de borrar los ERE desde el TC? ¿Dónde estabais cuando se decidían asuntos que nos atañen a todos los españoles en el extranjero y en secreto, en la mesa de un fugitivo y con la humillación añadida de un «mediador internacional»?
¿Dónde estabais cuando Sánchez homologaba la mentira como práctica política aceptable? ¿Dónde estabais cuando el proyecto de autócrata ponía a multinacionales privadas bajo su férula con el dinero de todos nosotros? ¿Dónde estabais cuando algunos medios comenzaron a denunciar la corrupción del hermano, la mujer, el exministro, el secretario de organización...? Pues estabais dedicados a poner a parir en las tertulias a vuestros compañeros que hacían su trabajo.
No me gusta el periodismo de ponerse medallas, que resulta un poco adolescente y cansino. Pero es de justicia recordar que en estos siete años de erosión de la democracia española no todo el mundo se portó igual desde la grada de los medios. Hubo quien se la jugó desnudando la podredumbre del poder. Y hubo quien hizo de palanganero del abusador que acometía el destrozo.
En realidad tampoco habéis virado tanto. Aunque Sánchez ya está boqueando, son inminentes tres destrozos gravísimos del zombi de la Moncloa: 1.- La luz verde de Pumpido a una amnistía que liquida la igualdad entre españoles. 2.- El cuponazo catalán, que privilegia de nuevo a los de siempre agraviando a los cumplidores. 3.- La reforma chavista de la justicia que impulsa Bolaños. Llega la prueba del algodón. ¿Qué vais a hacer? ¿Estaréis esta vez en vuestro sitio... o vais a seguir bailándole el agua al déspota porque es «progresista»?
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