Una pausa, para disfrutar en cualquier momento
Es abrir los ojos y empezar a tejer una de esas muchas historias que siempre circulan por la cabeza y sientes necesidad de exportar a ese blanco papel, con el fin de guardarlo o que todo aquel que lo quiera pueda disfrutarlo.
Y una vez más la música se convierte en la base para que las musas puedan aterrizar consumando el papel de benefactoras de historias o sucesos creados desde la imaginación o como resultado de hechos reales.
Un sueño donde suceden palabras o actos como tener a mi lado en ese pequeño escenario que siempre denominaré "mi terracita" al gran José Sacristán y en un momento de complicidad pedirle volver a recitar ese maravilloso epílogo con el que finiquita "Solos en la madrugada", esa película casi al final de los años 70 del también fantástico José Luis Garci. Por cierto, para muchos que tienen en su mente la melodía de los "Righteous Brothers" con Patrick Swayze y Demi Moore en "Ghost", a nuestro oscarizado director español se le ocurrió incluir la "Unchained Melody" doce años antes, en 1978.
También mi sueño evoca esos guiones magistrales de películas clásicas con momentos estelares o frases para la posteridad, que en algún recoveco que te haga la memoria fluir y desempolvar frases como "No te vayas sin mí" y esa respuesta contundente de "Jamás" de Pierce Brosnan a Julianne Moore en "Hasta que la ley los separe", o la despedida de Connor McLeod a su fallecida esposa, "Adiós, mi querida Heather, siempre fuiste una criatura maravillosa" en "Los Inmortales". O por citar la inmortal "Este es el principio de una hermosa amistad" entre Humphrey Bogart y Claude Rains en ese paseo final en "Casablanca".
Solo busco tu sonrisa, tu aprobación, me sentiré la persona más feliz del mundo, porque al volver a pertenecer al embrujo del descanso, cerraré mis ojos para volver a tejer sueños y anhelos para tu agrado. Como en aquel texto, escrito hace tiempo, me despido con un "Yo te protegeré, vuela alto, vuela alto...".
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