Situación actual de las educadoras del primer ciclo de Infantil
Nos ponemos en contacto con ustedes para trasladar la difícil situación que estamos viviendo las profesionales del primer ciclo de Educación Infantil en Asturias. Tras semanas de movilizaciones, los sindicatos decidieron suspender las huelgas sin contar con nuestra opinión, a pesar de que la Consejería mostró una aparente disposición a negociar. Sin embargo, a día de hoy, seguimos sin una fecha concreta de reunión ni avances reales.
Resulta profundamente injusto que la Consejera ya se haya reunido con representantes del segundo ciclo de Infantil, Primaria, Secundaria e incluso con centros concertados, mientras que nuestro colectivo sigue siendo sistemáticamente relegado. Se habla de la importancia de la educación pública, pero se prioriza el diálogo con colegios concertados antes que con quienes trabajamos con las etapas más tempranas del desarrollo infantil.
Queremos dejar claro que somos educación, no una mera herramienta de conciliación familiar ni una "guardería". En septiembre, se incorporarán a la Consejería 22 ayuntamientos, y aún no hay claridad sobre las condiciones en las que se hará esta transición. Lo más preocupante es que cada trabajadora conservará las condiciones laborales del convenio de origen de su Ayuntamiento, lo que generará una desigualdad evidente entre compañeras que desarrollan la misma labor dentro de la misma red pública.
Hay ayuntamientos que no han estabilizado plazas, lo que genera incertidumbre para muchas trabajadoras que no saben si conservarán su empleo ni cómo podrán acceder a los nuevos procesos de estabilización. Además, las interinas desconocen qué ocurrirá con sus bolsas de empleo, ya que se priorizará la bolsa del Principado para cubrir vacantes. Todo esto genera una situación de precariedad e inseguridad inadmisible para un sector esencial.
Luchamos por la dignidad de nuestro sector. Estamos clasificadas en una categoría profesional inferior a la que nos corresponde, trabajamos con ratios elevadas, sin el apoyo necesario, y seguimos reclamando la existencia de una pareja educativa real en el aula. No contamos con descansos pedagógicos, exigimos el calendario del segundo ciclo, y realizamos tareas burocráticas fuera de nuestro horario laboral, ya que dentro del aula priorizamos, como es lógico, la atención directa a los niños.
Nuestro trabajo está altamente feminizado y, como ocurre en tantos sectores, se nos invisibiliza y precariza. Exigimos que se nos trate con el respeto y la consideración que merece un trabajo claramente educativo y no meramente asistencial.
Además, queremos expresar que no nos sentimos apoyadas. Nuestro sentimiento es de desamparo, de haber sido abandonadas tanto por la Administración como por los sindicatos. Sentimos que se nos quiere mantener en silencio, sin voz ni presencia, a pesar de que somos una parte esencial del sistema educativo.
Pedimos que se escuchen nuestras voces, que no se nos silencie. Las educadoras del primer ciclo estamos alzando la voz por nuestros derechos y por la calidad educativa que merecen los niños y niñas de 0 a 3 años. La sociedad debe conocer en qué condiciones desarrollamos nuestra labor y por qué es tan urgente y justa nuestra reivindicación.
Agradecemos su atención y esperamos contar con su apoyo para dar visibilidad a esta realidad.
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