El hombre que susurra a las vacas
No me lo invento. Ahí lo tienen en LA NUEVA ESPAÑA, nada menos que en portada (18.02.11). Y es que no es para menos: el candidato a la presidencia del Principado, Javier Fernández en carne mortal, haciéndole carantoñas muy distendido a una vaca de Parres; a una vaca de verdad. ¡Los parragueses estamos tan emocionados! Puede que esto no lo entiendan en Oviedo, porque el alma ganadera y campesina no se improvisa con un par de semanas de turismo rural; esa veta hay que mamarla; se decanta, sedimenta, crece y cristaliza con la terca y poderosa lentitud de las estalactitas. Los parragueses la tenemos y un candidato capaz de susurrarles así a las vacas, aquí arrasa. Empezábamos a oír (la oposición maledicente que no ceja) que Fernández era un candidato de diseño y nos desayunamos, con el periódico de la mañana, con que es un candidato de terreno.
Porque esa cuadra existe, y esas vacas son de carne y hueso. Podría decir que las conozco personalmente pero no le quiero quitar protagonismo vacuno al candidato (ni protagonismo político a la vaca pinta). El equipo de imagen y sonido podía haberle montado un CD con vacas volanderas (como la del anuncio), y un Fernández ordeñando y haciendo quesos virtuales; y colgarlo en Youtube para descargas legales e ilegales. Pero el candidato se desplazó hasta acá para distinguir a una de las nuestras con ese gesto, entrañablemente artesanal, de rascarle el morro con mucha mano izquierda (que estas vacas de ahora vaya que sí son sensibles al carisma).Ya ven que uno no habla a humo de pajas y está muy puesto en razón lo de JF candidato de terreno. Hasta consiguió lo nunca visto, que se asomaran a un establo los candidatos locales, primarios y secundarios, todos gente fina (El que haya entrado y salido como un pincel tiene menos mérito, pues la ganadería visitada en Parres es la más limpia de Asturias).
Para no hablar del programa electoral. Que en punto a coherencia en los programas, los socialistas son insuperables. En esta legislatura eliminarán el peaje del Huerna por tercera vez; rematarán el tramo Unquera-Llanes por tercera vez; se inaugurará por fin el puente sobre la ría de Ribadesella por tercera vez. El túnel bajo el Sueve se acometerá en cuanto vuelvan las tuneladoras del pueblo de Pepiño, que andan por allí franqueándoles las vías a los ALVIA que se llevaron a Galicia, porque en esta legislatura llegará el AVE a Gijón por tercera vez. En el Museo del Sella, inaugurado por tercera vez, instalarán un aula de interpretación de promesas virtuales. Prometido.
Servidor, que llevaba lo menos tres legislaturas sin votar PSOE, esta vez lo está pensando porque, aparte de lo de la vaca, esa constancia en prometer cosas razonables termina por vencer los escepticismos más enrocados. Y de paso me sentiría más integrado en este noble y abnegado pueblo astur, que se dispone a votar socialista por undécima vez. Aunque cabría decir con más propiedad onceava, que es la parte que nos queda de lo que fuimos.
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