A vueltas con la enseñanza concertada, mi experiencia
Ya pasaron varios días desde que se desató el conflicto de la enseñanza pública en Asturias y, aprovechando la ocasión, también la enseñanza concertada salió a la calle y fue a la huelga.
Hay que explicar a los y a las docentes de la concertada la historia del sector. La conozco muy bien porque fui maestra en un colegio concertado hasta que me jubilé, fueron 46 años. Hubo un periodo de doce años que estuve de responsable de la enseñanza privada del sindicato de las CC OO de Asturias. Tengo experiencia.
En España, los colegios se subvencionaron en su día, principalmente, para garantizar el acceso a la educación gratuita y asegurar una oferta educativa suficiente, especialmente en zonas donde la oferta pública era limitada o insuficiente. Eso ocurrió cuando la enseñanza tenía que ser gratuita desde los 6 a los 14 años. Las subvenciones a la educación privada, a través de conciertos educativos, permitieron a centros privados, en su inmensa mayoría propiedad de la Iglesia católica, recibir fondos públicos. Con el Ministerio de Educación dominado por fuerzas afines a la Iglesia, muy pronto las subvenciones se multiplicaron sin control.
Fue entonces, hacia 1985, cuando se decidió concertar estos colegios. El salario de los y las docentes lo ingresa la Consejería de Educación directamente en sus cuentas bancarias. Pero las nóminas las confeccionan las empresas. Esto rige también para los centros de educación especial.
Por eso, Sr. Barbón, no se desdiga. Su Gobierno no es el empleador de los y las trabajadoras de la concertada, aunque sí tiene algunas obligaciones para con ella.
Y la enseñanza concertada se rige como cualquier empresa por un convenio estatal que negocian las patronales y los sindicatos más representativos, entre los que se encuentra CC OO.
Y en estos colegios hay despidos improcedentes, lo sé por experiencia.
Se negocia la jornada. Lo dice muy bien el convenio: Si la Administración dotara a los centros de horas, estas serán distribuidas por el empresario, es decir, solo se puede cambiar a través de los convenios respectivos.
Oí a algunos docentes decir que tienen muchos alumnos por clase. Pues los mismos que en la enseñanza pública. Está establecido por ley. Pero hay que recordar que a muchos centros les interesa llenar las aulas porque cobran "unas cuotas voluntarias". Cuantos más alumnos, mejor. Más negocio. Pero discrimina al alumnado. No todo el mundo puede pagar. También lo sé por esa experiencia.
¿Será ese el motivo por el que algunos de esos compañeros dicen que sus colegios concertados son los mejor valorados?
Y en la enseñanza concertada y en la educación especial concertada también hay más trabajadores y trabajadoras que no cobran directamente de la Consejería, como el profesorado de Bachillerato y el personal de administración y servicios. Ellos no cobran el complemento. Y hay que negociar las jubilaciones parciales.
Por lo tanto, hay que reivindicar la subida del complemento con la Consejería de Educación que es solo de los docentes, pero el grueso de las reivindicaciones está en la mesa del convenio y a quien hay que dirigirse y protestar es a las patronales.
Ya sé, también por experiencia, que es más difícil.
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