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Conde Pumpido o el oso como animal de compañía

16 de Julio del 2025 - Ramón Alonso Nieda (Fuentes-Parres (Arriondas))

Uno de los pocos consensos que había entre españoles era que la amnistía no cabía en la Constitución. La voluntad del legislador es un principio básico de interpretación del derecho, y sabíamos que los constituyentes rechazaron por unanimidad y reiteradamente incluir la amnistía en el texto constitucional. Es más, para evitar que algún gobierno en apuros echara mano de una amnistía camuflada, prohibieron taxativamente los indultos generales.

Por eso, cuando los insurgentes catalanes reclamaban amnistía, hasta las ranas del estanque croaban al unísono: "La amnistía no cabe en la Constitución". La que más énfasis ponía era la vieja del visillo (también conocida por Salvador Illa): "¡Ni amnistía ni nada de eso, ni amnistía ni nada de eso!". Hasta el día en que Pedrín iba llorando ("De dónde saco yo esos cuatro votos"), cuando se le apareció Pumpido en un claro del bosque: "Joe, Pedro, dales la amnistía. Eso te lo arreglo yo".

Pedro volvió a casa muy contento y desde el día siguiente las ranas del estanque croaban a coro: "La amnistía es perfectamente constitucional". Viene muy a punto la anécdota del zíngaro que quiso subir al tren con un oso; cuando el revisor le señaló el icono que prohibía perros a bordo, el zíngaro arguyó que "un oso no es un perro". El revisor se las tuvo tiesas y dejó al zíngaro con el oso en el andén. Eso ocurría en el desaparecido Imperio austrohúngaro. En nuestro relato, el revisor le dice al zíngaro: "Adelante con el oso, el que no puede entrar es el perro de los indultos".

La amnistía por cuatro votos le permite a Sánchez viajar hasta la próxima estación. Allí se tendrá que apear para volver a subir con el tigre de la "financiación singular" de Cataluña. De estación en estación, el tren en que nos lleva Sánchez terminará siendo el arca de Noé. Justicia poética: Puigdemont, amnistiado, y Santos Cerdán, padre de la amnistía por fecundación in vitro, en chirona. Los batracios que un día repiten a coro "La amnistía no cabe en la Constitución" y al día siguiente claman al unísono "La amnistía es perfectamente constitucional" merecen doble nacionalidad: además de la española, la norcoreana.

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