Asturias necesita a los jóvenes
Este fin de semana viví algo que merece ser contado. Acudí al festival Boombastic, celebrado en el recinto de La Morgal, en Lugo de Llanera. Más de 45.000 jóvenes, venidos de toda España, llenaron este pequeño pueblo asturiano con alegría, música y una actitud ejemplar.
No lo digo solo yo. Lo dicen los responsables de seguridad, ambulancias, organización: comportamiento exquisito, convivencia sin incidentes, energía positiva. Una generación que nos da lecciones. Lecciones de civismo, de respeto y de ganas de vivir. Y todo, en Asturias.
Y aquí viene la reflexión. ¿Cómo es posible que una región que lo tiene absolutamente todo (agua, minerales, mar y montaña) sea incapaz de prosperar como se merece? Una tierra con un entorno inigualable para vivir, para emprender, para disfrutar. Y sin embargo, seguimos estancados, envejecidos, desmotivados. ¿Por qué?
Porque nuestros dirigentes son incapaces de hacer algo diferente (asfaltar calles, reparar aceras e inaugurar miradores no es suficiente). Incapaces de anticiparse a los problemas. Solo actuamos cuando nos lo exige Europa. Y ni siquiera entonces. No hay visión. No hay riesgo. No hay ganas. Solo gestión inercial, cuando lo que necesitamos es impulso, ideas, proyectos, ambición. Necesitamos una gestión que estimule a la ciudadanía, impidiendo que se acomode a lo que hay y estimulando el alcance de lo que puede haber.
Asturias no puede resignarse a convertirse en un decorado bonito para visitas puntuales. Necesitamos atraer jóvenes, hacer que conozcan esta tierra, que se queden, que teletrabajen desde aquí, que formen familias, que emprendan. Que vivan. Porque ya lo han demostrado: saben comportarse, saben valorar lo que tienen, saben disfrutar sin destruir.
Iniciativas como el Boombastic han sido una prueba. Una gran prueba. Y una gran oportunidad.
¡Dirigentes, espabilen! No se limiten a poner parches. No esperen siempre a que otros les digan lo que hay que hacer. Copien lo bueno. Prueben cosas. Regalen (a los que se lo merecen) billetes de tren, alojamiento, experiencias. Atraigan juventud. Porque ellos son lo que esta región necesita para volver a latir.
Larga vida al Boombastic. Y a todo lo que nos haga mirar, de una vez por todas, hacia el futuro.
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