No nos cuentes que no lo sabías
«Se dice que las estrellas cantan con fuerza sobre el desierto». Eso es lo que creían los bosquimanos del Kalahari que, en sintonía con las energías de la Tierra y el Universo, contaban historias de haber escuchado la música estelar que llena el aire nocturno. Ellos también creían que quienes no podían oír el canto de las estrellas padecían una terrible enfermedad del alma, pues no estaban en sintonía con los hilos invisibles que nos unen al Espíritu y a la tierra.
Chris Brennan, presentador de The Astrology Podcast, dice: "La astrología plantea preguntas filosóficas o cosmológicas sobre el mundo, sobre lo que hacemos aquí y lo que esto significa", "¿Sabes si existe el destino?".
Si se preguntara a la gente si lee sus horóscopos o conoce su signo del Zodiaco, la cifra seguramente sería sorprendentemente alta. Parece una simple casualidad, pero para millones de personas la astrología ofrece una conexión con lo divino, aunque sus afirmaciones empíricas sean mucho más difíciles de demostrar.
No creo que queramos que nos digan qué hacer, pero sí nos gustaría saber el futuro, que es algo ligeramente diferente. Al fin y al cabo, ¿qué es el pronóstico del tiempo, sino una predicción del futuro?
Prácticas como la astrología y el tarot se presentan menos como "espirituales" y más como "terapéuticas", situándose en la intersección entre la búsqueda de significado y el autocuidado. Pensamos en ellas y nos preguntamos ¿Qué hacer?, ¿Percepción, adivinación, intuición?, ¿Qué significa para mí hoy un "nueve de copas", "la Luna en Tauro" o "ascendente en Aries"?
Estaba releyendo el libro de la famosa astróloga Linda Goodman "Los signos del zodiaco y las estrellas" (1988), y una curiosidad irreductible por conocer datos significativos sobre Pedro Sánchez, desde esa perspectiva, hizo que me concentrara en su biografía y sacara algunas conclusiones. Cosas del verano ocioso.
Resulta que el presidente es Piscis que, por su fecha de nacimiento, está bajo la influencia del número 2, y en cuanto al número kármico, el 29, es, de todos los números, el más pesado. Pone a prueba la fortaleza espiritual de la persona, sometiéndola a tribulaciones que se parecen a la historia de Job, el del Antiguo Testamento.
Dice, referido a este tipo de personas (aquí viene lo bueno):
"Su vida está llena de incertidumbres, traiciones, y engaños por parte de otros, amigos indignos de confianza, peligros inesperados, y considerables dolores causados por miembros del sexo opuesto".
"Su número de nacimiento, el 29, resulta un número de graves advertencias en todos los aspectos de la vida personal y profesional, y se debe hacer el máximo esfuerzo consciente para diluir, y quizás neutralizar o borrar, esta carga kármica".
Nivelazo de información que espero sirva al abogado de Sánchez como eximente, cuando tenga que hacer frente a lo que se le viene encima, pronosticado con 37 años de antelación por Linda Goodman.
No me malinterpreten, soy un Libra distraído y escéptico convencido de que es esencial soñar. Después de todo, muchos sueños "imposibles" se han hecho realidad.
Saludos cordiales.
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