Atila, emperador arancelario siglo XXI
Bienvenidos, damas y caballeros, mentirosos y aduladores reunidos, reptiles repugnantes y tiranos tecnocráticos de todo tipo. Desde la guarida de las víboras de noticias impactantes, llegan los premios anuales de noticias engañosas e increíbles.
Los fabulistas risibles y mentirosos de la UE anuncian el éxito de la última coproducción euroamericana "La guerra de los aranceles", película de reciente estreno protagonizada por el galán golfista, pelín golfo, Donald Trump, y la heroína desquiciada, Ursula von der Leyen.
La sinopsis de la cinta se reduce al arancel del 0% sobre todo lo que importa la UE de EE UU, "aceptado" por Ursula, y al arancel del 15% más el compromiso de comprar productos energéticos estadounidenses por valor de 750.000 millones de dólares, invertir 600.000 millones en EE UU, elevar las compras de equipamiento militar y mantener los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones de acero y aluminio de la UE en el 50%, "impuesto" por Donald.
Aunque se palpa la tensión por el acuerdo de rendición y sometimiento arancelario sin condiciones al que llega Ursula e impone Donald, un edulcorado y "vaselínico" diálogo de los "expertos", explicando que, "desde el punto vista técnico, los aranceles conllevan más efectos negativos que positivos para quien los impone", zanja la cuestión.
Algo así como, si usted y yo vamos a un concierto, es usted quien paga las entradas, pero resulta que "técnicamente" el que sale perdiendo soy yo. Vamos, que el sangrante, estigmatizante, oneroso y claudicante "sí" de Von der Leyen no es lo que parece, un K.O. en toda regla de Donald a Ursula, sino una patada de Ursula en sus partes al prepotente Donald. Después de esta explicación para lerdos y el cabreo inicial, me he reído un rato.
Trump habla con la lengua "bífida", ya sea por diseño o ignorancia y, como era de esperar, nos la ha colado. En cuanto a Ursula, tuvo una intervención que a mí me dejó fascinado de lo que es la pirueta intelectual de esta señora, cuando, además de no respetar a sus gobernados, no demuestra ningún respeto por sí misma.
Pensemos en Sudáfrica. Conocen la historia de los holandeses que heredaron Sudáfrica. Algunos de ellos poseen granjas del tamaño de Bélgica e incluso hoy se niegan a dejar tan solo unos pocos metros cuadrados a la población pobre de Sudáfrica para que les den algunas casas miniatura y unas tierras miniatura.
Gueto, pobreza, barrios marginales y apartheid versus granjeros blancos multimillonarios de Europa en sus tierras, con sus propios guardias semimilitares privados con ametralladoras, tal vez no sea el cóctel adecuado para una vecindad amistosa y duradera, ¿no creen?
Inaceptable agravio comparativo, por otra parte. El viajante de comercio español, salario base más comisiones, está que se sube por las paredes, viendo cómo el presidente Trump, viajante de comercio estadounidense, vendedor de armas puerta a puerta por todo el mundo, cobra un pastón sin salario base regulado. ¡Verás cuando se entere Yolanda!
Ah, y no olviden reservar con antelación una suite y una mesa VIP en la Gran Gala de Inauguración del Trump Gaza Seaside Hotel & Health Spa.
"La Costa de Gaza de Trump... ¡es la otra Riviera!".
Saludos cordiales.
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