Han empezado las fiestas en Navia
Después de la coronación de una reina, nos deleitaron a los vecinos el pasado sábado con el llamado Festival de la Sidra, que consta de dos espacios, uno en la explanada del muelle y otro debajo de los puentes, en la zona llamada popularmente el paseo de la Ría. El Ayuntamiento sorprendió el día anterior a los vecinos de esta última zona con unos expeditivos carteles prohibiendo sacar los coches de los garajes desde la 8.00 hasta el fin de la fiesta, indefinido, que terminó siendo las 4 de la madrugada, y prohibiendo el aparcamiento, disponiendo de este espacio que es propiedad de Costas y de los vecinos del edificio de Regueral, 25.
En la zona de entrepuentes se organizó desde primera hora de la tarde un botellón colectivo lleno de menores de edad que a las 6 de la tarde se encontraban, en una mayoría importante, en estado de embriaguez muy preocupante, y convirtieron la zona en un retrete colectivo al aire libre.
El Ayuntamiento no solo no hace nada para vigilar temas graves como la borrachera pública con alcohol de menores, ni sobre la salubridad pública, sino que más bien lo promociona preparando la zona, con un grado de intromisión alto en un área de la que existen otros responsables.
Los organizadores del Festival de la Sidra estaban orgullosos de la parte que ellos organizaron en la explanada del muelle, con el permiso de Puertos y del Ayuntamiento, y se desentendían de lo que pasaba debajo de los puentes, lo que calificaban como una manguelada.
Por la noche se montó una discoteca en la parte trasera del galpón de muelle que duró hasta las 4 de la mañana, que con el rebote del sonido en la pared del galpón ocasionó que se registrasen ruidos de hasta 85 decibelios sobre 45-50 autorizados, diez veces más elevados de lo permitido, en el interior de las viviendas durante toda la noche, en una medición lineal del crecimiento de la escala logarítmica de decibelios.
Parafraseando a Gila, "qué bien nos lo pasamos, tiramos a "fulanito" al pilón y se ahogó, pero las fiesta son las fiestas".
Algún médico de urgencias del HUCA entró de guardia el día 3 sin que le dejasen dormir la noche anterior.
¿Hasta cuánto vamos a consentir que el Ayuntamiento no solo haga dejadez de funciones, sino que además organice y promocione botellones para menores de edad y se olvide de su deber de proteger el derecho al descanso de sus vecinos?
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