Somiedo: "Juegos del hambre" para hoy, ¿pan para mañana?
Querida lectora, querido lector, déjame robarte unos minutos para compartir contigo mis inquietudes y plantearte una reflexión. Soy una asturiana de nacimiento e ibicenca de adopción; mi vida prácticamente se ha repartido a la mitad entre estas dos tierras. Me gusta decir que tengo la fortuna de poder vivir en dos paraísos, aunque, según va pasando el tiempo, cada vez lo son menos.
Veo con preocupación e impotencia cómo nos hemos cargado esa isla que ha sucumbido a la masificación y la sobreexplotación de sus recursos; me gustaría pensar que hay posibilidad de vuelta atrás, pero, si soy sincera, lo veo improbable -me resisto a decir imposible-.
No obstante, hoy quiero hablaros de mi otro paraíso, el asturiano, representado por esa maravilla que es Somiedo. Hace más de 20 años que huyo de la Ibiza estival y me refugio en Valle de Lago; aquí, disfrutando de la naturaleza, de la tranquilidad y de las amistades que se van tejiendo a lo largo del tiempo, consigo descansar y, aunque parezca exagerado, reconciliarme con el mundo. Este verano alguna cosa ha cambiado y se me han disparado todas las alarmas. El rodaje de una parte de la película "Los juegos del hambre" ha alterado la vida de este Parque Natural y Reserva de la Biosfera. Hemos asistido a la presencia de caravanas de vehículos transitando por caminos rurales, los vuelos de drones y helicópteros en zonas y alturas no permitidas legalmente, la prohibición de pasar por caminos públicos a los montañeros, se han modificado las labores agrícolas, se han creado aparcamientos para decenas de vehículos... y así un largo etcétera de situaciones que con las normas en la mano serían imposibles. No quiero dejar de mencionar también las condiciones salariales y laborales del personal contratado, a 6 euros la hora, para impedir a los excursionistas el acceso a algunos caminos. Hay reacciones para todos los gustos. Quienes defienden que esto es bueno para los somedanos ahora porque la productora ha pagado generosamente y también para el futuro porque supone una publicidad gratis que atraerá numerosos visitantes; lo dicen, desde mi punto de vista, sin valorar el perfil de las personas que vendrán. Otros pensamos que es perjudicial para quienes disfrutamos de los valores naturales del Valle y que puede hacer tambalear un modelo turístico respetuoso. Opiniones de unos y otros que atienden y enfrentan, en realidad, intereses particulares. Y llegamos así a la que, para mí, es la clave de la cuestión: el interés general. Entiendo que este es el que debe prevalecer por encima de los individuales y es responsabilidad de los poderes públicos. De hecho, este es el principio que invoca la ley cuando se trata de restringir algún derecho individual. Pues bien, aquí es donde creo que se ha fallado en este despropósito. Las autoridades públicas -desde la dirección del Parque Natural al Gobierno autonómico, pasando por el Ayuntamiento- con una ventanilla única facilitaron las tramitaciones burocráticas con las diferentes consejerías y aceleraron permisos para saltarse la normativa del Parque Natural y la Reserva de la Biosfera. Nos engañamos si pensamos que la productora eligió Somiedo por su belleza incomparable; en realidad, nos escogieron porque les salimos baratos y porque, con una mentalidad cortoplacista y me atrevería a decir colonial, los (ir)responsables políticos les pusieron la alfombra roja y lo vendieron a precio de saldo.
Más allá de la opinión, queda la reflexión para el futuro. Comenzaba estas líneas hablándote de Ibiza y Asturias y quiero acabar volviendo a mi isla. Aunque sutil, existe un paralelismo entre mis dos paraísos que quiero subrayar. Hace años que veo con impotencia cómo cada vez que se da un paso legal hacia el precipicio -normativa territorial, por ejemplo- en Ibiza se hace en nombre de un interés general que oculta unos intereses particulares muy concretos. Me gustaría que esto no pasara con Somiedo y que el bien común esté en el centro de las decisiones de futuro. Algunos piensan que "Los juegos del hambre" de hoy son pan para mañana. Yo pienso que "Los juegos del hambre" han sido hoy pan para unos pocos y, si no pensamos en el interés general, seguirán siendo pan para pocos y hambre para muchos.
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