El desprecio de un diminutivo
Ciertos términos, incluso en diminutivo, pueden transmitir desprecio y generar rechazo. El uso inadecuado del lenguaje con intencionalidad o no, usado por dirigentes de instituciones públicas o privadas, puede suscitar odio y transmitir un mensaje no apropiado para mantener la convivencia pacífica en la sociedad española.
Hace poco se ha usado el término "morito" de manera despectiva para referirse a los musulmanes que habitan y colaboran en el trabajo diario de nuestra comunidad. Conviene recordar que no todos los "moritos" son musulmanes ni todos los musulmanes son "moritos". El término moro históricamente hace alusión a la población procedente del norte de África que antaño pertenecía a una provincia del imperio romano cuyo nombre era Mauritania Tingitana, y musulmán hace referencia a aquella persona que profesa la religión musulmana. ¿No sería más adecuado hacer uso de expresiones desprovistas de prejuicios como comunidad musulmana, comunidad islámica o vecinos musulmanes?
Independientemente de ideologías e instituciones, sería necesario reflexionar si es admisible que representantes que ostentan altos cargos usen términos cargados de estigmas, cuando de ellos se esperan discursos basados en valores como el amor, la empatía, el respeto... Recordemos esa frase: "Amarás al prójimo como a ti mismo".
Y hablando de inmigración, preguntémonos: ¿por qué estos "moros" están aquí presentes? ¿Será por los conflictos bélicos, la inestabilidad política, la falta de oportunidades, la dificultad del acceso a servicios básicos, las persecuciones políticas y/o religiosas, los desplazamientos por el cambio climático... en sus lugares de origen? Pongámonos en su lugar. Y recuerden que hace no mucho, los españoles tuvieron también que emigrar para buscarse la vida.
Por ello, cuidemos el uso del lenguaje pues es el primer paso para garantizar una coexistencia armoniosa.
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