Sella, sobresaliente cum laude

El pasado sábado 9 de agosto de 2025 se celebró el 87.º Descenso Internacional del Sella en piragua. El día fue caluroso, pero tuvo algunos nublados, que hicieron que el calor se soportara mejor. La prueba sellera tiene mucho tirón entre el público, tanto autóctono como foráneo. A las 11 de la mañana atravesar el puente de Arriondas, denominado de D. Emilio Llamedo (anterior organizador de la prueba, el cual logró imponer al orden a tan magna prueba) era difícil debido al gran número de público. Buen desfile, las autoridades como siempre en su grada habitual.

La pregonera este año fue la regatista, dos veces campeona olímpica de vela, Theresa Zabell. La "h" de su nombre se debe a que nació en Londres. Después de leer los versos de la salida y dar los "vivas" pertinentes a los países que hacen la prueba internacional, se produce la salida de esas ochocientas piraguas. El río a pesar del agua que suelta una presa situada kilómetros arriba, no es capaz de absorber esos 1.300 palistas, pues va muy saturado de piraguas. Los "poleman" salen muy rápido, pues son piragüistas de élite y entre esas piraguas que disputaron el jueves una carrera para asignar los puestos de salida está el vencedor de la prueba.

Detrás de ellos están las piraguas más lentas, se forman verdaderas "montoneras" como en el ciclismo, pues alguna piragua queda atravesada en el río, impidiendo el paso de otras muchas. Pero esto es el Sella, la mejor prueba piragüista del mundo. El verde astur, las aguas cristalinas, el colorido de la prueba, con sus camisetas y piraguas de distintos colores, hacen que el espectro electromagnético quede bien reflejado en el río Sella. La salida de laa piraguas parece que no va a acabar nunca. Cuando lo hace, salen las canoas de los turistas y el río se vuelve a saturar. Este año disfruté de la compañía de mi primo Félix y su compañera Blanca, la cual era la primera vez que acudía al descenso y quedó gratamente sorprendida. Mi hijo Gonza es un sellero radical, veneno que le inoculamos en vena mi mujer, Victoria, y el que escribe. Desgraciadamente mi querida "Vito" hace años que nos dejó, por culpa de ese veneno llamado nicotina. Supongo que estará en el cielo, al lado de Dios todo poderoso pues era una mujer de paz y sosiego. Observará como su marido e hijo se defienden en esta tierra cainita. Gonza se parece en el carácter a su bella madre y yo tengo aquí su proyección en la tierra.

Después de la salida acudimos a ver la regata por TV en un bar de Arriondas que tenía unos sofás como los de mi salita. Una butaca de alto standing, para ver cómo a mitad de carrera solo había seis piraguas en cabeza. Fueron en primera posición los húngaros Boros y Erdéyi, así como el parragués Vázquez y el sotobarquense López. Pero al final todo se decidió al sprint y los riosellanos Walter Bouzán y Bertín Llera se hicieron con el triunfo. Hacía 29 años que una piragua totalmente riosellana no se hacía con el triunfo. Los últimos en hacerlo fueron Cerra y Llera padre, allá por el año 1996. Bertín, hijo de Alberto Llera, dijo que "había cumplido un sueño que tenía desde niño". Cosa lógica para un ribereño del Sella. Después de acabada la prueba, Arriondas estaba colapsada, la plaza del Cañón se atravesaba con mucha dificultad. La folixa era espléndida, pues la juventud tiene ganas de marcha. Nosotros atravesamos el "Fitti" y fuimos a comer a Casa Laureano, en Colunga. El rollo de bonito parecía que lo había hecho mi querida madre, por cierto buena cocinera. Después de la tertulia, volvimos a la villa de D. Agustín Argüelles. Muchísima gente, más que otros años, y muy buen ambiente festivo.

Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, hacen un gran trabajo, por ejemplo dirigiendo el tráfico. No vi ningún altercado entre tanta muchedumbre. La gente cada vez es más civilizada y va de fiesta, no a buscar broncas. Nuestro Sella fue perfecto, solo faltaba para rematarlo saber si los riosellanos Miguel A. Cuétara y Matías Pendas habían ganado en la categoría de más de 70 años. Esto ocurrió y llevé una gran alegría, pues Cuétara es un piragüista de acero (toda una vida dedicada a la piragua) y "Mati" es un piragüista de hierro. A pesar de volcar contra un árbol, lesionase ambos con sangre por el medio, ganaron con autoridad, sacaron más de 9 minutos a la segunda K-2.

Por la noche, vuelta a la verbena, que este año sí tenía una buena orquesta, unos gallegos de Lugo muy profesionales. Churros y chocolate a medianoche para reponer fuerzas y vuelta a casa con la satisfacción de haber pasado un día inolvidable.

Este año 2025 quedará grabado en la memoria de todos los "selleros" como uno de los mejores de la historia de esta fiesta de Les Piragües, la única de Asturias declarada de Interés Turístico Internacional, de ahí la calificación de "Sobresaliente Cum Laude", la máxima nota que da la Universidad.

Amigo Sancho: "Nuestras bestias Rocinante y Rucio deben estar un día en la cuadra, para así poder bajar en piragua ese río Sella de aguas cristalinas, similar a las Lagunas de Ruidera, y contárselo a mi amada Dulcinea del Toboso".