Cuando servir era la regla: el desafío de la política actual
Cuando van pasando los años y has vivido, te das cuenta de lo que vas dejando en el camino. Hoy toca hablar de la vida pública.
Hubo un tiempo en que la política significaba entrega, sacrificio y responsabilidad. Políticos y sindicalistas trabajaban día y noche, dejando su vida personal a un lado. Su objetivo era el bienestar de todos. No buscaban beneficios propios; buscaban libertad, derechos, igualdad, seguridad y progreso. Y lo lograban.
Construían para todos. Sus decisiones se convertían en leyes, presupuestos, reformas, inversiones y obras públicas que mejoraban vidas. Pactaban incluso con adversarios si eso servía al interés común. Cada acción política tenía resultados reales: sanidad de calidad, educación sólida, empleo digno, pensiones seguras, seguridad ciudadana y oportunidades para todos. Eran competentes, éticos, con vocación. Sacrificaban tiempo personal por el bien colectivo.
Hoy, la política es diferente. Muchos buscan solo mantenerse en el poder. Protegen sus intereses, no los del país. Salarios y empleos precarios. Vivienda inaccesible. Educación sin valores. Sanidad colapsada. Seguridad debilitada. Leyes que deberían protegernos protegen a los políticos. Todo lo que costó años construir se destruye por la codicia de unos pocos.
La historia advierte: Argentina, Venezuela, Cuba fueron prósperos. Hoy sufren crisis y pobreza por líderes que antepusieron su beneficio al de sus ciudadanos. España corre el mismo riesgo si no exigimos ética, transparencia y responsabilidad.
Por eso, periodistas fiscalizadores y ciudadanos vigilantes son esenciales. Defienden la democracia y el bienestar. Recuperar el espíritu de los líderes comprometidos no es opción: es obligación. La política debe volver a servir al bien común, no a la ambición personal.
El contraste es evidente: antes se trabajaba por España; hoy, muchos trabajan solo para sí mismos. Recuperar entrega, honestidad y responsabilidad es un reto que define a nuestra sociedad. Cada ciudadano, cada periodista, cada líder tiene la oportunidad de frenar la decadencia y construir un país que recuerde lo que significa servir de verdad.
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