El Cine Colón en Cangas de Onís

Hace ahora 10 años, el Principado de Asturias decidió proteger un conjunto de 24 cines históricos distribuidos por 15 concejos asturianos al reconocerlos como parte fundamental de la memoria colectiva y de la arquitectura cultural del siglo XX. Muchos de estos edificios, levantados entre las décadas de 1920 y 1960, fueron durante décadas los principales espacios de ocio, encuentro social y difusión cultural en villas, barrios mineros y ciudades. Ante el riesgo de desaparición por abandono, transformación o derribo, la Consejería de Cultura incoó en 2015 un expediente para incluirlos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, un registro que garantiza su preservación y que obliga a mantener sus valores arquitectónicos y su singularidad. La resolución, publicada en el BOPA en agosto de 2016, formalizó la protección de estas 24 salas (tras descartar otras 26 inicialmente propuestas), con el fin de salvaguardar un patrimonio que, más allá de su función cinematográfica original, refleja la evolución social, urbanística y cultural de Asturias en la modernidad.

Los bienes finalmente incorporados al Inventario fueron los siguientes: Cine Parroquial Riocastiello (Aller), Cinema Ateneo Cabraliego de Las Arenas (Cabrales), Cinema Toreno (Cangas del Narcea), Cine Colón (Cangas de Onís), Teatro-Cine Prendes (Carreño), Cine Maripeña y Cine Hogar del Productor (Langreo), Cine Felgueroso y Cine Sindical (Langreo), Cine Ideal (Langreo), Cine Vital Aza (Lena), Cine La Llama (Mieres), Cine Fantasio, Casino de Navia y Teatro Casino (Navia), Cine Espina y Cine Ayala (Oviedo), Cine Peñalba (Piloña), Teatro Virginia (San Martín del Rey Aurelio), Cine Vade (Siero), Salón-Teatro Clarín (Soto del Barco) y Teatro Riera (Villaviciosa). Esta relación da cuenta de la diversidad territorial y tipológica de las salas, que abarcan desde pequeños cines parroquiales rurales hasta grandes recintos urbanos, todos ellos representativos de la vida cultural asturiana del siglo pasado.

De los 24 bienes inventariados, en 14 se han llevado a cabo intervenciones municipales o autonómicas que han permitido su mantenimiento y recuperación para usos culturales (teatros, casas de cultura, centros audiovisuales o bibliotecas), mientras que otros siete inmuebles se mantienen activos pero con usos distintos a los originales, como es el caso del Cine La Llama y el Cine Espina, hoy utilizados como almacenes, o del Cine Ayala, que funciona como gimnasio, junto a los edificios reconvertidos a sedes sindicales, sociales o privadas. Únicamente cuatro permanecen en la actualidad sin uso alguno: el Cine Parroquial Riocastiello en Piñeres, Aller, el Cine Colón en Cangas de Onís, el Teatro Virginia en San Martín del Rey Aurelio y el Cine Vade en Carbayín, Siero.

La protección autonómica se ha visto reforzada por la intervención activa de los ayuntamientos, que en muchos casos adquirieron los edificios para destinarlos a nuevos usos culturales y garantizar su conservación. Consistorios como los de Llanes (Cinemar), Cangas de Onís (Cine Colón), Navia (Fantasio y Casino) o Villaviciosa (Teatro Riera) promovieron su rehabilitación con fondos propios o con apoyo de subvenciones estatales y europeas, integrándolos en sus programaciones culturales municipales. Otros, como en Langreo o Mieres, transformaron antiguos cines en centros culturales y teatros con programación estable, prolongando su función social bajo nuevas formas. Esta coordinación entre el Principado, que los reconoce como patrimonio cultural, y los ayuntamientos, que gestionan y financian su conservación, ha permitido que muchos de estos espacios sigan activos y al servicio de la ciudadanía.

La preservación de estos cines ha requerido además una inversión económica significativa. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Llanes adquirió el Cinemar por 897.000 euros en 2022 para convertirlo en auditorio y espacio escénico, mientras que el de Cangas de Onís firmó la compra del Cine Colón por 855.015 euros en 2024. Navia incorporó el Cine Fantasio mediante la permuta de terrenos municipales por 499.000 en 2012, sumando la rehabilitación del Casino anejo, con fondos subvencionables superiores a 200.000 euros. En Villaviciosa, la Mancomunidad de la Sidra compró en 2004 el 48% del Teatro Riera por 480.300 y cedió la propiedad al Ayuntamiento en 2010. Estas operaciones reflejan el esfuerzo de las administraciones para transformar inmuebles en riesgo de desaparición en recursos culturales al servicio de la comunidad.

El Cine Colón, inaugurado como cine el 8 de septiembre de 1952, es un edificio emblemático del oriente asturiano y fue promovido por el empresario Félix Fernández Valle, conocido como "Félix el del Colón". Tras más de cinco décadas de actividad, cerró sus puertas definitivamente en 2005 y desde entonces permanece cerrado. La construcción destaca por su fachada con doble arcada carpanel sobre pilares y pilastras, una repisa volada sobre modillones, grandes vanos adintelados y la elegante presencia de óculos en las calles retranqueadas. Se trata de una nave profunda, con gran capacidad (se indica un aforo de 522 butacas repartidas entre platea y anfiteatro), lo que lo convierte en una rareza en el panorama cultural rural de Asturias y que la habilita para usos diversos.

El cine es obra del arquitecto Enrique Rodríguez Bustelo (Noreña, 1885-Oviedo, 1983), como nos indica el Inventario y Selección de salas cinematográficas para elaboración del Plan Nacional de Patrimonio del siglo XX (2023). Fue una figura fundamental en la arquitectura asturiana del siglo XX, cuya presencia se deja sentir aún hoy en edificaciones señeras del paisaje urbano astur como el edificio de Anís La Asturiana en Oviedo (1939), el del Banco Urquijo en Gijón (1918), la fábrica de Coca-Cola de Colloto (1960) o la mismísima plaza de la Catedral en Oviedo (1928) que también lleva su firma. Su trabajo transitó el eclecticismo, regionalismo, art decó, racionalismo y un historicismo postbélico, destacando por su versatilidad estilística. Para más señas, es el autor de la actual iglesia parroquial de Cangas de Onís (1958), construida seis años después del cine y seis antes de recibir la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.

El Cine Colón no solo es notable en términos estéticos y arquitectónicos, sino también por su función social e historia comunitaria. Su tamaño, su localización en plena calle José González Soto y su diseño -un gran espacio para proyecciones, anfiteatro, escenario y vestíbulo con arcada monumental- lo convierten en un elemento clave para el desarrollo cultural de Cangas de Onís. La adquisición por parte del Ayuntamiento en 2024, pagando 855.015 euros, cristalizaba su carácter patrimonial: después de seis años de gestiones, el Consistorio lo recuperaba para uso cultural, apostando por su rehabilitación. Representa una pieza clave del patrimonio moderno de Asturias, diseñada por uno de sus arquitectos más influyentes del ámbito regional en el S.XX, con un valor arquitectónico, social e histórico que lo debería convertir en un polo cultural y motor turístico para la ciudad y para el conjunto del oriente asturiano.

Cuando sus puertas abrieron en 1952, lo hicieron al son de aventuras en tierras remotas con el western "Tambores lejanos". En 2005 se cerrarían con la promesa de no dejar de imaginar con la película "Descubriendo Nunca Jamás". La reapertura de esas puertas vuelve hoy al centro del debate. El Ayuntamiento intenta "descubrir" un nuevo destino para este coloso dormido, pero los "tambores lejanos" retumban entre papeles y juzgados. ¿Será esta vez Nunca Jamás... o apenas un paréntesis en su historia?