Las madres tienen la razón
Las cuchas tienen la razón.
La tenían y la tienen, de forma demostrada.
¿Qué se entiende por cuchas en Colombia? Las madres, las abuelas, las viejas, "las sabias" según concepción indígena chibcha o muisca.
¿Por qué se ha replicado por toda Colombia y en muchas ciudades europeas el mural con el mensaje "las cuchas tienen razón"?
Esa es parte de la historia contada por Mónica Arroyave, en Les Cigarreres, en Xixón, en el marco del día de las víctimas de Desaparición forzada, que la ONU celebra el 30 de agosto.
Mónica llegó hace dos días de Medellín, y Medellín ha sido territorio de disputa violenta entre el Estado corrupto y violento, bandas, milicias, narcos, y sobremanera paramilitares coaligados con el Estado.
Allí hizo parte de sus correrías criminales Uribe, y allí, entre otros operativos militares, se preparó la operación Orión, en cuyo desarrollo en complicidad de paramilitares y fuerza pública fueron desaparecidas centenares de personas.
Muchas de ellas ocultadas en "la Escombrera". Lo sabían las cuchas y lo decían, pero no les hacían caso. Insistieron la madres de los desaparecidos, los familiares, y señalaban a la Escombrera mientras el alcalde, el gobernador, el presidente Uribe las llamaba locas y mentirosas, pero no "escarbaban" en La Escombrera, hasta este diciembre de 2024 en que se pudieron rescatar los primeros cinco cuerpos, y demostrarse lo que se esperaba: eran líderes sociales, exterminados por el uribismo.
Inmediatamente, en enero, se hicieron los primeros murales "las cuchas tienen la razón", de día y de forma pública muy visible, y de forma oscura en la noche el alcalde, con presupuesto público, ponía las pinturas, grises, negras, para borrar los murales, y tratar así de borrar la Memoria.
Se replicaron en más ciudades colombianas, y en otras de América y Europa, y se seguían borrando, como en el caso de Bucaramanga, que cuando la delegación asturiana fue invitada a ver los murales, y efectuó denuncia pública de su borrado ante las autoridades departamentales, municipales y con presencia de la ONU, recibió la tibia respuesta de que serían respetados, pero fue mentira, porque han seguido pintando y borrando, pintando y borrando y ya deben ir por el número 6 o 7 de veces en la disputa gráfica, visible, de la denuncia, de un hecho demostrado y documentado: en la Escombrera podrían estar hasta 502 cuerpos de personas desaparecidas.
Hoy, además de los testimonios, se ha proyectado uno de los capítulos de "Rostros Ausentes", movimiento de víctimas de crímenes de Estado, que ha sido el colectivo organizador de la jornada junto a la Asamblea Moza d'Asturies y Soldepaz Pachakuti.
Capítulos hay más, como cicatrices tiene profundas la sociedad colombiana con las ausencia de 121.000 personas desaparecidas.
Las huellas de esta inmensidad de personas son reivindicadas por los movimientos sociales, al tiempo que una parte del trabajo de búsqueda es apoyado por la Unidad de Búsqueda creada al calor de los Acuerdos de Paz de 2016. Solo que a un ritmo que hace pensar que tardarían 200 siglos en conseguir su objetivo.
La comparativa con las desapariciones en el marco del golpe militar, guerra y represión franquista es inevitable.
Las cifras también se aproximan, con 115.000 restos de personas pendientes de ubicar en nuestro país, debido a la interpretación de la "amnistía" considerada como impunidad de esos hechos horribles, y la tardanza y boicoteo a desarrollar las leyes de memoria, hasta el presente.
El día que marca la ONU sirve también para recordar las obligaciones de los estados respecto a las víctimas de desaparición forzada. Para señalar la inconsistencia y criminalidad de las actitudes negacionistas y revisionistas de varios gobiernos de extrema derecha, y para honrar, en la medida de lo posible a las víctimas y sus familiares, con el Ni Olvido Ni Perdón.
Las Madres de la Plaza de mayo de Argentina, las Madres de los sábados en Turquía, las numerosas organizaciones de familiares de detenidos-desaparecidos, en Chile, en Uruguay, en Paraguay, las Madres y Padres de los 43 de Ayotzinapa, las Madres Buscadoras... la FEDEFAM latinoamericana, y otros centenares de organizaciones, siguen reclamando la Verdad, la Justicia y la Reparación que indican las instancias jurídicas internacionales.
Hasta encontrarlas. Seguiremos buscándolas.
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