La Nueva España » Cartas de los lectores » Open Arms: contradicciones y demagogias

Open Arms: contradicciones y demagogias

31 de Agosto del 2025 - José Viñas García (OVIEDO)

El caso del Open Arms vuelve a poner sobre la mesa uno de los debates más urgentes de nuestra democracia: cómo gestionar la inmigración, qué papel debe jugar España en el Mediterráneo y hasta dónde puede llegar la retórica política cuando se antepone a la responsabilidad de gobernar.

En este asunto, tanto unos como otros caen en lo mismo: descalificaciones, puritanismo moral, sentimentalismo y discursos cargados de superioridad ética. Se habla mucho de humanidad, de solidaridad, de "defender la vida", pero detrás de las palabras se esconden profundas contradicciones. Defender la vida no puede convertirse en un eslogan vacío: se dice mientras se precariza la sanidad, el empleo, los salarios y la vivienda, o se abandona a nuestros mayores. ¿Es coherente?

El llamado "efecto llamada" no es una invención de tertulia; es una realidad reconocida por organismos europeos. Los mensajes políticos y los gestos simbólicos, sin acompañamiento de una política clara y firme, acaban favoreciendo, en la práctica, el negocio del tráfico de personas. Detrás de cada patera no solo hay un drama humano; también hay mafias que lucran con el sufrimiento y utilizan la buena voluntad de algunos gobiernos para ampliar su negocio.

Defender España no es un acto de chauvinismo ni una consigna vacía. Es, en esencia, proteger a los españoles, sus libertades y el marco de convivencia que garantiza la democracia. Para ello, un Estado debe controlar sus fronteras. No se trata de cerrar la inmigración, sino de que esta sea legal, ordenada y regulada. Lo contrario no es solidaridad; es irresponsabilidad.

Señor demagogo: usted tiene cerradura en su vivienda, no porque odie a quien está fuera, sino porque tiene el derecho y el deber de proteger lo que es suyo y establecer condiciones de acceso. ¿Por qué no habría de hacer lo mismo un país? El control no es rechazo; es la única vía para que la acogida sea posible, sostenible y justa, tanto para quienes llegan como para quienes ya viven aquí.

Gobernar implica mandar y legislar desde la responsabilidad, no desde la moralina, el sentimentalismo ni los intereses partidistas. Una política migratoria seria no puede construirse sobre efectismos mediáticos ni sobre autocomplacencia moral. España necesita altura de miras, claridad y firmeza. Todo lo demás es demagogia disfrazada de humanidad.

Pedro Sánchez actúa con temeridad y saca rédito personal de cuanto toca: pactos que no cumpliría, indultos que no otorgaría, amnistías que no daría, aforamientos e inviolabilidades que eliminaría, inmigración sin control, turismo invasor y tragedias de todo tipo -de pareja, inundaciones o incendios-. Para todo, pasaba por ahí. Gobernar es asumir competencias, no delegar ni huir de situaciones donde el riesgo de vidas y pérdidas económicas se podría evitar desde el gobierno central.

Existen formas de hacer política exterior que preocupan, como el ocultismo en temas del Sáhara o los pactos con Marruecos y países de emigrantes. Pedro Sánchez evade la democracia real, desprecia al pueblo y evita contar con la oposición.

El oportunismo político agrava los problemas. Sacar rédito de cada crisis o gesto simbólico, sin asumir responsabilidades, no los soluciona: los multiplica. Gobernar no es emocionar a los medios ni hacer campaña con tragedias. Gobernar es legislar, planificar y cumplir con el deber hacia quienes viven aquí y hacia quienes llegan. Acompañar a quienes se ven desbordados -por ineficacia o falta de medios- significa asumir la propia responsabilidad, sin aprovecharse políticamente de cada desgracia. Es el máximo responsable ante emergencias.

El sentimentalismo barato no protege vidas; las pone en riesgo. La autocomplacencia moral no construye justicia ni sostenibilidad. Quien confunde ética con espectáculo y vende humanidad mientras evita decisiones difíciles está traicionando su deber.

España necesita más democracia, claridad, firmeza y responsabilidad. Todo lo demás es demagogia, oportunismo y fracaso.

Cartas

Número de cartas: 48958

Número de cartas en Diciembre: 81

Tribunas

Número de tribunas: 2174

Número de tribunas en Diciembre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador