Aquello
Recordatorio de recordatorios. La fuerza es el derecho de las bestias.
Cicerón
Hoy se cumplirán 30 años de «aquello». Cuando se acerca esa fecha de hace tres décadas más, la pregunta no falla entre el personal en general: «¿Dónde te sorprendió y qué estabas haciendo...?».
Hombre, cada cual estaba donde estaba y haciendo lo que estaba haciendo... Este escribidor (8 de la tarde), en los estudios de Radio Asturias (verdad, querido Severino) a punto de rematar un programa de opinión que salía al aire diariamente a las 07 horas 01 minutos. Respecto a quién encontramos al salir de la emisora, fue a un amigo, Pedro (que cantaba «Cocidito madrileño» mejor que Pepe Blanco). Digamos, antes del punto final por hoy, que Pedro aún estaba en ayunas en cuanto «a aquella movida» hasta ya entrada, entrada, entrada aquella tarde. Al contársela el arriba firmante a Pedro, ipso facto comenzó a correr disparado calle arriba, disparado para su casa.
Amables lectores, uno no hizo los cien metros libres, no. Apuramos, eso sí, el paso, calle abajo, hasta la cafetería más cercana, pues hacía rato que la vejiga nos apretaba tantísimo que a punto estuvimos de hacernos pis pantalones abajo, verbigracia, sin abrir la bragueta.
Despedida y cierre. Érase una vez. Que aquella vez jamás de los jamases vuelva.
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