Salud, cigarrillos electrónicos y vapeadores
Hoy, 9 de septiembre, se ha aprobado el anteproyecto de la ley antitabaco, que equipara los cigarrillos electrónicos a los convencionales; la norma prohíbe fumar y vapear en nuevos espacios como las terrazas de hostelería, piscinas o marquesinas.
Como enfermeras, queremos aprovechar la ocasión para expresar nuestra visión, desde el punto de vista de la salud, sobre el artículo "Testigos de una transformación impulsada por los consumidores de tabaco y nicotina", que se publicó el pasado 8 de junio de 2025 en este periódico.
Como profesionales de la salud, esta publicación nos ha dejado realmente sorprendidas. Sobre todo, en un momento en el que las noticias falsas se propagan con tanta rapidez, y en el que el periodismo tradicional -que este periódico representa- es más importante que nunca.
La información que aparece en su artículo de opinión es, cuanto menos, engañosa. En él, se habla del cigarrillo electrónico como alternativa al tabaco tradicional, sin mencionar los efectos nocivos -demostrados científicamente- que esta nueva forma de fumar tiene para la salud.
Además, llama la atención que la persona que aparece en dicho artículo y que habla de las bondades del cigarrillo electrónico sea el director de una multinacional que se dedica a comercializar este producto y otros dispositivos relacionados con el tabaco.
Como enfermeras, también nos sorprende que en un tema tan delicado como el tabaco no aparezca la opinión de ningún profesional de la salud. Tampoco se menciona ningún estudio científico ni universitario. Solo se habla de una plataforma que, supuestamente, "reúne a investigadores, legisladores y ciudadanos", sin decir realmente que quien está detrás es una gran empresa tabacalera.
Por todo esto, queremos expresar nuestra preocupación por este tipo de información que puede generar creencias falsas en referencia al cuidado de nuestra salud.
Estaría bien que el artículo hubiera mencionado algunas de las advertencias que hace la Organización Mundial de la Salud, como las "tácticas" que sigue utilizando la industria para seguir generando negocio. La OMS reitera que los productos de tabaco, incluidos los productos de tabaco calentado, exponen a los usuarios a sustancias químicas cancerígenas y deberían estar estrictamente regulados. Los aromas no solo hacen que sea más difícil abandonar el consumo de tabaco, sino que también se han relacionado con enfermedades pulmonares graves.
Asimismo, la Sociedad Americana del Cáncer, Asociación Española contra el Cáncer, Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, Sociedades Científicas de Medicina y/o Enfermería nos manifiestan el riesgo para la salud del tabaco y de estos nuevos dispositivos para fumar.
Cada año mueren alrededor de ocho millones de personas por causas relacionadas con el tabaco, los aromatizantes..., y los fabricantes que los comercializan no tienen cabida en un futuro saludable.
La gran tarea que nos queda por delante es proteger a nuestros jóvenes y al resto de la población de esta adicción, así como de las enfermedades relacionadas con el consumo de cualquier tipo de tabaco.
Lucía Sánchez Cuervo, integrante del equipo de enfermería del centro de salud de Llanera
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