Cuando las instituciones les fallan a las personas con DC
Hoy mi pensamiento está con la madre e hija residentes en Santa Cruz de la Palma.
La muerte de la hija, una persona de 32 años con autismo severo no verbal fue inducida por su madre y luego esta se quiso quitar la vida pero no lo consiguió.
La madre luchadora por los derechos de las personas con discapacidad permanecía hospitalizada y bajo custodia policial.
No me quisiera ver en su piel, aunque comprendo la desesperación de esta madre. Cuando las instituciones del Estado fallan y no dan respuesta a las peticiones de ayuda, es muy duro, además de inhumano porque se está jugando con la vida de las personas más vulnerables.
¿Quién cuida al cuidador?
Nadie, y serlo de por vida acaba con la salud física y mental.
Como muy bien decía Javier Rodríguez de radio La Palma:
"De haberse muerto ya sería una heroína. Elevada a categoría intachable por llevarse con ella a una hija discapacitada, -la pobre, que no podía expresar ni siquiera su dolor-. Por el contrario, si no hubiera tomado una decisión tan terrible, si hubiera resistido tal y como estaba, le habrían dado el título de gran cuidadora. Una madre abnegada: una heroína. Una madre muerta: una madre perfecta.
El tercer camino es el peor: sobrevivir a su hija. Y con ello, al inimaginable dolor que habrá sentido al abrir los ojos otra vez. En el hospital, custodiada por la policía, acusada de homicidio y juzgada por gente que jamás estuvo en su lugar.
Me la imagino buscando a tientas la última mirada de su hija, empapadas en llanto, con la esperanza de haber llegado a un lugar más habitable".
Esta madre había denunciado al centro donde acudía su hija, por los malos tratos que recibían los usuarios, duchas de agua helada, restregarles la cara con sus propias heces, etc.
Es alucinante que nadie vigile los desmanes de gentuza sin escrúpulos, que maltratan a las personas por el simple hecho de tener discapacidad. Nunca me cansaré de repetir que donde mejor están los usuarios es en sus casas, siempre y cuando las familias reciban ayudas que les sirva de refuerzo para seguir cuidando a sus seres queridos.
Si por fuerza mayor tienen que ir para una residencia, porque se hayan quedado huérfanos y no tengan a nadie que les atienda, o porque teniendo padres estos sean muy mayores o están enfermos y no puedan hacerlo, las residencias tienen que ser públicas, con inspecciones sin previo aviso y con cámaras de vigilancia controladas desde el exterior.
La vida de estas personas siempre ha sido una carrera de obstáculos y por desgracia viendo lo que se ve, su futuro cada día es más negro. El Estado tiene la obligación de velar por su bienestar, ser equitativo, y esto conlleva estar en continuo proceso, algo que aún presenta muchos desafíos y esfuerzos por parte de los poderes públicos y la sociedad en general.
Si las personas vulnerables no están como prioridad en las agendas de los políticos ya demuestran que les importan solamente en momentos puntuales para quedar bien de cara a la galería.
Si por un momento se pusieran en la piel de las personas con discapacidad y sus familias, otro gallo cantaría.
Esta madre de La Palma muy desesperada se tuvo que sentir para hacer lo que hizo.
Aquí todos han fallado, Asuntos Sociales, Asociaciones, El Cermi y toda la sociedad que miraron para otro lado y no atendieron su demanda de auxilio.
Tantas partidas de dinero que ciertos partidos políticos destinan a la tortura y muerte de animales, así como también para crear escuelas taurinas... Tanto dinero que se llevan tan alegremente otros para pegarse la vida padre y no pasa nada...
Pero para las familias que viven una realidad que nadie quiere ver pero no por eso deja de existir, para ellos y sus hijos no hay medios, en realidad son hijos de un dios menor.
Las personas con discapacidad cuando llegan a adultas es otro problema añadido, porque las necesidades son mayores y los padres en algunos casos pasan a ser dependientes, lo que viene a ser la pescadilla que se muerde la cola, un círculo vicioso sin salida.
Hace unos años había una coletilla que una madre de una persona con autismo repetían como un Mantra:
"Si al autismo se le da una oportunidad ocurren cosas maravillosas"
Qué pena que a esta joven con autismo no verbal y a su madre, el maldito TEA no les dio la oportunidad de que les ocurrieran cosas maravillosas.
Seguro que la madre hizo todo lo que estuvo en su mano para que su hija tuviera una vida digna y le dio al autismo de su hija todas las oportunidades, pero por desgracia no les ha ocurrido nada maravilloso.
Que D.E.P. la joven y mucha fuerza para esa madre porque lo que le espera es muy duro.
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