El espejismo de la desconexión laboral
El "derecho a la desconexión" suena bonito, pero en la práctica es otro golpe contra la cultura del compromiso profesional. La vida no se detiene a las seis de la tarde.
Se nos quiere convencer de que prohibir a un trabajador responder fuera de horario es un avance social. Lo llaman "derecho a la desconexión digital". El eslogan suena moderno, pero detrás se esconde una visión infantil del trabajo: tratar al adulto como si fuera de cristal, protegerlo de cualquier roce con la realidad.
Un autónomo, un empresario o un médico no pueden decir: "ya salí, hasta mañana". Un profesional sabe desconectar, sí, pero nunca olvida que mañana hay responsabilidades. Esa es la diferencia entre quien tiene vocación y quien solo cumple expediente.
Lo paradójico es que se da por hecho que durante la jornada el trabajador puede dedicar tiempo a gestiones personales -hijos, médicos, trámites-, lo cual es lógico. Pero cuando el empresario necesita a alguien en una urgencia, ahí aparece la muralla: prohibido llamar. El embudo siempre apunta hacia el mismo lado.
Es la política del infantilismo, alimentada por Podemos y Sumar. Una política que presenta el trabajo como castigo, al jefe como enemigo y la exigencia como amenaza. Si seguimos ese camino, destruiremos la cultura de responsabilidad que sostuvo este país.
Toda la vida ha sido igual: nadie llama fuera de hora por capricho, solo cuando hay motivos serios. Convertir esa excepción en tabú es legislar para niñatos de despacho, alejados de la realidad.
La verdad es dura y simple: las cosas delicadas se rompen; las fuertes se hacen. Si educamos a generaciones enteras en la fragilidad, crearemos adultos blandos, incapaces de sobrevivir en un mundo competitivo y exigente.
España no necesita más derechos de papel ni más protecciones absurdas. Lo que necesita son profesionales fuertes, serios y comprometidos. Todo lo demás es humo ideológico para fabricar ciudadanos dóciles y dependientes.
Nota: Quiero dejarlo, espaciar mi parecer, pero me lo ponen difícil.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo