Otoño en mi ciudad
El otoño en mi ciudad es plenitud, la caída de la hoja y la lluvia hacen que Oviedo cobre sentido, le otorgue toda la identidad en sí misma, como ciudad, engalanándose la plaza de América para la ocasión, mudando el parque de San Francisco sus arterias, cayendo las hojas de los árboles como caen aquellas esperanzas baldías, aquellas que sabemos que no tienen sentido pero que dan paso a otras nuevas, otorgando a cada ovetense la capacidad de elegir un nuevo proyecto, un nuevo guion para este septiembre. Planes, proyectos y nuevos escenarios para un Oviedo en ebullición, que nutre de amarillos y anaranjados la vida en mi ciudad. Tras la resaca de San Mateo llega la hora de poner orden en nuestro armario, en nuestra vida, en nuestro corazón. Cuesta desprenderse de aquello que no fue y que ya nunca será pero dejemos que caiga esa hoja marchita, que vuele, que se volatilice de la manera más tenue, viéndola caduca, volar y alejarse, siendo conscientes de que ya pasó pero que llega algo nuevo, algo diferente. No vuelvas a desandar los caminos del pasado, ya no, y, cómo Dorothy en el Mago de Oz, sigue el camino de baldosas amarillas que nos trae esta nueva estación.
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