La Nueva España » Cartas de los lectores » Solidaridad en tiempos de cólera

Solidaridad en tiempos de cólera

25 de Septiembre del 2025 - Ramón Alonso Nieda (FUENTES - PARRES (ARRIONDAS))

¿Alguien ha visto a un solo miliciano de Hamás muerto o herido o con las armas en la mano haciendo frente a los soldados de Israel? Solo los vimos episódicamente en esas siniestras performances en las que devuelven a cuentagotas a rehenes israelíes; esos sí, vivos o muertos y desarmados. En Ucrania, la población civil se refugia en los túneles del metro. En los túneles sin metro de Gaza, se guarecen las milicias de Hamás; la población civil muere o sobrevive entre escombros y en los arenales.

Curiosa guerra, esta, de un solo beligerante: el Ejército de Israel. ¿Va a tener razón esa vicepresidenta que afirma que han ido allí "a matar mujeres y niños"? Esa vicepresidenta, Yolanda Díaz, también dice que el Estado de Israel, "del río hasta el mar". Es decir, ¡fuera con él! Si esa mujer es una bocachancla, hay que cesarla; si dice lo que piensa y piensa lo que ha dicho, habría que procesarla: "Del río hasta el mar" es la expresión emblemática de la voluntad genocida contra Israel. La definición de genocidio más ajustada a las circunstancias circula en Instagram; la recoge Anna Grau en una de sus excelentes columnas: "Genocidio es lo que Hamás quiere hacer con Israel y no puede, y lo que Israel puede hacer con Gaza y no quiere".

"La Ilíada" cuenta "la cólera de Aquiles". Cuando le mataron a Patroclo, desafió y dio muerte a Héctor, príncipe de los troyanos. Al alba, aparejaba sus corceles y ataba a ellos el cadáver para arrastrarlo por tierra. Hasta la noche en que Príamo, padre de Héctor, vino a verlo, desarmado en todos los sentidos. El gesto aplacó la cólera de Aquiles, que, apiadado, quiso consolarlo -"Deja que el dolor se duerma en nuestras almas"- y le entregó el cadáver de su hijo para que pudiera enterrarlo con honor dándole "su parte de fuego".

Príamo y Aquiles, hermanados por la herida común de la pérdida. Es el mensaje que nos llega de "La Ilíada" a través del océano del tiempo: en la guerra más atroz puede rebrotar la humanidad cuando los combatientes se reconocen semejantes. Pero Hamás no aplacará la cólera de Israel, le interesa alimentarla. La guerra de Gaza no habría comenzado sin el 7 de octubre y habría terminado ayer si las milicias de Hamás entregaran hoy los últimos rehenes.

Los auténticos rehenes de Hamás son los dos millones de gazatíes: además de usarlos como escudos, con las víctimas civiles alimentan una campaña mundial de rechazo a Israel. Bajo la presión emocional provocada por la exhibición en bucle de muertos y heridos palestinos, el antisemitismo larvado de Occidente emerge y fusiona con el antisemitismo islamista, explícito y militante.

La Asamblea de la ONU, al cargar la mano contra una de las partes, Israel, no contribuye a la paz. Lo suyo fue un acto de beligerancia (contra Israel). Con el gesto baldío de reconocer al Estado palestino, se lavan las manos en la jofaina que les tiende Poncio Sánchez Pilatos. A Hamás apenas le dan algún pellizquín de monjas y, encima, le regalan un Estado que no pide y que boicotea desde hace 77 años. El terrorismo islamista está de enhorabuena: cada vez que golpea a una democracia (Nueva York, Madrid, Israel), saca tajada.

En el estado actual de colapso emocional colectivo, invitar a la cordura para discernir en la tragedia de Gaza el "dramatis personae" y no confundir a los actores del reparto suena casi a provocación. Qué le vamos a hacer. Cada palo que aguante su vela: contra Netanyahu y su Gobierno, a diario; contra Hamás, siempre: "Delenda est Hamás". Contra Israel, jamás. Solidaridad en tiempos de cólera.

Cartas

Número de cartas: 48976

Número de cartas en Diciembre: 99

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador