Qué bien estamos
El fin de semana pasado conocí a Juan Carlos. Me contó la historia de su matrimonio con Ana y el lema que tienen en su familia: "Qué bien estamos". Más tarde se ha convertido en la cuenta de Instagram: Todos por Javier@quebienestamos.
Su capacidad para mantener la alegría y la fe en medio de las adversidades es conmovedora.
La lucha contra el cáncer de su esposa y posteriormente la leucemia de Javier, uno de sus hijos pequeños, habría podido hundir a cualquiera. Sin embargo, ellos han sabido convertir esas pruebas en oportunidades para crecer en amor y unión.
Sorprende su visión positiva y su capacidad para encontrar la alegría en medio del dolor. Como decía San Josemaría, "el amor verdadero exige salir de sí mismo, entregarse. El auténtico amor trae consigo la alegría: una alegría que tiene sus raíces en forma de Cruz."
La hija mayor decía "que solo sufre quien ama, y que el sufrimiento de Javier les ha unido aún más a todos, que desde raparse la cabeza hasta organizar cuantos saraos sean necesarios, todo vale con tal de que se sienta querido, comprendido, arropado". Pienso que los que dan ese cariño todavía son más felices.
Están consiguiendo ser faro para todos nosotros, pues con su ejemplo nos recuerdan que la verdadera alegría no depende de las circunstancias externas, sino de la fe con que vivimos y el amor con el que servimos, con el que cuidamos.
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