Desde Lieres, por alusiones
No hace mucho tiempo en este diario, la señora doña María Jesús Fueyo, respalda por otras doscientas noventa y cuatro firmas, obtenidas en la parroquia de Colloto, venía a este espacio público a refrendar su apoyo moral al actual párroco de Lieres, reverendo Gutiérrez y Figar.
En calidad de feligrés de Santa María de Lieres, creo que en el argumento de defender la labor desarrollada en Colloto por su otrora párroco, la señora Fueyo tiene razón y, por ello, se la doy. Me parece impecable su apoyo incondicional a don Segundo y aprovecho esta oportunidad para trasladarle mi más vivo deseo de que a esos casi trescientos vecinos firmantes se les pueda meter en varios autocares y venir a la fiesta de Nuestra Señora de la Salud, el próximo 7 de agosto o, en su caso, participar del piadoso novenario que la antecede. Constituiría un apoyo desenfrenado en pro del sacerdote y, por ende, de una cita tradicional, inveterada en el calendario litúrgico festivo asturiano.
No obstante lo anterior, quisiera plasmar mi asombro y extrañeza por la injerencia de la señora Fueyo en dos aspectos puramente parroquiales:
De un lado, es justo y necesario el deber y la obligación de refrescar la memoria a quienes, ajenos a la parroquia, desconocen que, desde tiempo inmemorial, en domingo, en Lieres, siempre hubo misa; incluso durante la Guerra Civil. Cascar una arraigada costumbre sin tan siquiera darse una consulta con los feligreses debiera ser, como mínimo, motivo para la extrañeza y la profunda reflexión.
Asimismo, y a tenor de sus opiniones, desconozco los medios telemáticos que permiten a los vecinos de Colloto contabilizar de forma rigurosa la asistencia a la misa dominical de los feligreses de Lieres, permitiéndose el lujo de valorar nuestra actitud en función de un supuesto conocimiento de este parámetro (¿?).
De otra parte, hablar del cementerio de Lieres, desde Colloto, a casi veinte kilómetros de distancia, es mostrar una carencia de prudencia. En nuestro Campo Santo, además de la paz de los difuntos, no hay más que cipreses de sombras y alargadas y obscuras, flores y zonas ajardinadas cuyo mantenimiento, hasta la fecha, es intachable.
Una manifestación pública, democrática y pacífica vino a expresar que cualquier incertidumbre que cinche nuestra última morada terrenal -entiéndase, verbigracia, la externalización de los usos y costumbres hasta ahora realizados- será claramente rechazada.
Le agradezco su interés por los asuntos de este pueblo, pero aquí somos suficientes en número y calidad para afrontar nuestros propios retos.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo