Covadonga Tomé, toma el tren
Partamos de una premisa. La derecha nutre sus genes en principios ideológicos alejados de la extrema izquierda, pero en línea fina con las posiciones políticas del centro izquierda. Siendo esto correcto, los méritos por los que avanza la derecha no son suyos en su totalidad, pues provienen de la falla con un mínimo común denominador en la propia izquierda plural y democrática que contiene descrédito, contradicciones, comportamientos oportunistas y desconfianza social a los ofrecimientos de la izquierda, y aunque este análisis en su concepto sea simplista, lo simple, muchas veces, no necesita mesas de divulgación porque en la simpleza subyace la realidad social, al igual que hay devotos/as a los hipnóticos perfumes en una izquierda añeja.
El foro en Gijón el día 28 de septiembre bajo el título "paremos a la ultraderecha", celebrado en el museo del ferrocarril donde trenes y locomotoras se asientan en vías muertas aventuran, por símil, cañadas en marchitas rosas o la fragua que licúan la hoz y el martillo con idéntico desánimo que se apodera en Europa.
En la charla coloquio se veía un inquieto, en continuo movimiento, Enrique del Teso cuyas palabras eran expresión oral de su libro "La propaganda de la ultraderecha y cómo tratar con ella". De sus libros son frases certeras que llevados al teatro de nuestra actualidad política se podrían hasta invertir los protagonistas en actos mimo dramáticos [ "..hay que infundir en la gente los estados emocionales de odio, ansiedad, miedo [... ] a ello se aplica su propaganda..." ]Esta frase, este concepto, es en el que se apoya la izquierda con el lema "¡que viene la ultraderecha ¡ [ "El totalitarismo no necesita derribar el sistema democrático [...] sino ocuparlo.."] Como profesor en la Universidad, Enrique del Teso bien sabrá que el totalitarismo no es patrimonio exclusivo de la derecha, y baste un análisis serio, riguroso, sin sesgo en la verdadera memoria histórica, para que la lista de personajes en la izquierda no sea, siempre, solución ventajosa
Quienes nos gobiernan, desde castle Chillingham, nuestros aproximadamente 505.990 Km/cuadrados, trasladan comportamientos políticos con notorio deseo de ocupar y controlar cualquier resorte democrático que, siendo tan evidente, hace el juego a un enemigo que asciende, peligrosamente, en el patrón de la política.
Escuchar a la pediatría, con todos mis respetos a la profesión, planteamientos en aras de evitar gobiernos de la derecha, no resultó satisfactorio ni su propia puesta en escena ni su exposición de motivos, tal como se apreciaba en los contornos de mi butaca. El entusiasmo inicial iba decayendo y asomó la imperfección con la palabra bizcaitarra en alusión a indignidad, insolidaridad, dictadura, totalitarismo y, sinceramente, quien se ha reído de los 532 días del secuestro de Ortega Lara- que motivó su condena por apología del terrorismo- no ha de dar lecciones y menos aún en tierras de Pelayo y Gaudiosa
Si la pediatra tiene contactos directos e invita a sus mesas a Bildu-Otegui, SÍ (adverbio de afirmación y en mayúsculas) es un gesto político que ha de preocuparnos y ponernos en alerta ante direcciones políticas de alto riesgo y, por lo apreciado, escaso favor se ha hecho al "tomesianismo" de cara al 2027. Mire Ud. Sra. Tomé. Los mensajes han de tener, lógicamente, un contenido, pero es fundamental que quien lo emite disponga de cualidades que contengan la forma más básica en la lógica- política- y lamentablemente la izquierda actual no goza de crédito social. Cierto es, que se puede elegir en base a las libertades, pero siempre ordenando las opciones según los comportamientos filosóficos genéricos, éticos, morales, culturales y sociales.
Cierro con una frase de Enrique del Teso "mañana hablamos de cosas serias en serio, pero con buen temple".
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