El enemigo en el bolsillo
Todos nos vemos obligados a llevar el enemigo en el bolsillo, lo que había sido un avance se ha convertido en el guardián que nos esclaviza por parte de los gobiernos estafadores de las redes y buscadores, lo compras tú, pagas internet y luego lo que hagas con él te lo roban con descaro sin decirte que eso ocurre, te llevan fotos, vídeos, escritos, toda la información de tus cuentas y mensajes que suben a sus nubes, y para rescatarles te cobran y te vuelven loco porque cambian las reglas a su gusto y nadie parece que se entere, entre otras cosas me han dejado sin correo electrónico si no lo pago aparte, así que me entran unas ganas inmensas de tirar el teléfono y ser un poco libre, pues me obligan hasta los bancos a pedir citas previas para ver mis cuentas y cada vez el Estado te obliga a manejar el teléfono y las redes y todos hacen su negocio con descaro, Word por ejemplo era un programa independiente de internet no hacía falta tener internet para escribir en tu ordenador, pues ahora no te deja escribir si no tienes internet y además te corrige a su antojo sobre lo que escribes, te causa erratas y da la sensación de que eres un ignorante escribiendo, sobre todo si escribes en contra del globalismo bestial que nos asola, es decir, no te dejan pensar o al menos expresar tus ideas con ansia de la libertad y en contra de la manipulación reinante de la alienación del individuo actual, y para corroborar lo que digo el señor Keir Starmer, el primer ministro inglés, quiere imponer una multa de 85 libras a quien no tenga el teléfono móvil con su documentación digital cada vez que se la pidan al ciudadano. ¿Esto es libertad y respetar la intimidad individual si tienes que estar motorizado con un teléfono obligatorio que lo pagas tú e internet a precio de oro?
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