La verdadera religión
No dudo que vivieran con penurias meses atrás (hablo de los nómadas iraníes): una natalidad excesiva, falta de estudios, una religión que los atenaza, y un gobierno -junto con unas administraciones- al que poco les importan sus ciudadanos, los empobrece por dentro y por fuera.
Irán es un país con mucha riqueza, con petróleo y gas de sobra para repartir, pero que prefiere armar y financiar grupos terroristas y conflictos bélicos mientras su población es una de las más pobres del mundo. Es imposible no ver esta realidad.
Ustedes encontraron en contar su vida en YouTube una salida que su propio gobierno les negó. Hasta ahí, todo bien.
¿Dónde surgió el problema? En la avaricia y la especulación del ser humano. Esa fuente de ingresos crecía cuanto más falsos eran los guiones; ya no sentían la necesidad de mostrar su mundo real, el de los nómadas que sobreviven entre montes áridos y pueblos humildes cargados de amor y vecindad.
Entró en ustedes el destructor más antiguo de la humanidad: el dinero en exceso.
Poco a poco fueron construyendo un mundo inventado, engañando a los espectadores que un día sintieron a sus familias como algo propio, que incluso lloraron por ustedes. Pero se fueron alejando de esa verdad, creando una realidad de ficción: conflictos, separaciones, violencia, enfermedades, pobreza fingida...
Hicieron creer que vendiendo un coche viejo se podían pagar terrenos, bloques, cemento, albañiles, fontaneros e ingenieros. Levantaron un mundo de irrealidad que no es otra cosa que un insulto a sus seguidores y suscriptores.
Y todo eso, no lo olviden, no es ejemplo para sus hijos. ¿Qué clase de personas saldrán de tanta mentira y farsa?
Respecto a la muerte de esa joven madre, solo puedo expresar mi más sentido pésame. No haré como la mayoría, que se alimentan de habladurías.
Por lo que veo, las personas de todos los países se parecen como gotas de agua: les encanta hablar mal de los demás. Practican el deporte universal de la envidia.
¿Saben qué es lo peor? Involucran a niños en sus historias inventadas solo para alimentar la audiencia. ¿Qué educación es esa? ¿No sienten el daño que les están haciendo?
Vivimos en un mundo frágil, lleno de incertidumbre por un "después" que ninguna religión ni ciencia logra aclarar. Y nada de eso tiene sentido sin familia, sin amigos, sin vecinos. Lo material no nos lo llevamos con nosotros cuando morimos.
Una educación sin valores siembra egoísmo, avaricia, envidia y una profunda falta de humanidad.
Es una contradicción ver tanto rezo, tanta ceremonia y tanta apariencia religiosa cuando escasean la dignidad, la sensibilidad y la compasión.
No me gusta lo que veo venir. Hemos educado mal a nuestros hijos, aquí y en todas partes.
Yo me bajo en marcha: no me interesa el mundo que se avecina si está construido sobre el engaño y la apariencia.
Sean felices. No desperdicien la oportunidad de decir "te quiero" a su pareja, a sus hijos, a sus padres, a sus amigos y a sus vecinos.
Cuiden a sus mayores, abracen sin miedo, expresen el amor sin vergüenza.
Caminen al atardecer cogidos de la mano, compartan risas, silencios y perdones.
Esa es la verdadera religión.
Esa es la verdadera felicidad.
Un abrazo a la buena gente del mundo.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

