El vagabundo y sus tres perros
Hoy he visto uno de tantos vagabundos que andan por el mundo sin destino -son efectos colaterales del progreso- en la Pola de Siero, con tres perros de tamaño grande, muy bien cuidados, con su mochila a cuestas, portaba sobre sus cansados hombros su herencia en esta vida y posesiones, con un bastón de caminante errante, era de mediana edad, que caminaba a ritmo cansado para refugiarse de la lluvia con el cielo por techo y el suelo por cama, me dio pena ver tanta tragedia humana y alegría al observar su gran corazón de hombre amante de los animales, todos inmersos en el camino de la vida sin lugar de estancia ni residencia matando la soledad que les asuela, en las noches se dan calor y consuelo mutuo los unos a los otros, eso es cariño y dedicación, es vivir "el carpen día" sin pensar ni mirar atrás ni qué ocurrirá mañana mientras la salud no les falte a ninguno de ellos, dentro de su tragedia social seguro que son felices sin preocuparse de la política ni de la corrupción, no tienen mucho que perder, desgraciadamente, a esto se le llama también la sociedad del progresismo actual.
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