La Nueva España » Cartas de los lectores » Cuna de la nación

Cuna de la nación

4 de Noviembre del 2025 - José Luis López Tamargo (Oviedo)

Asturias y los ástures eran ya un pueblo hispánico, esto es, muy influido e imbuido de pátinas determinantes de civilización romana y hasta visigodas, con la llegada de gente del sur toledano. Toledo, capital del reino visigodo, muy culturalmente romano, aunque de lejana estirpe o sippe inequívocamente germánicas. Sería Alfonso III el Magno el que visigotizó el ideario y los usos institucionales del Reino de Asturias, haciendo desaparecer tribalismos en aras de algo superior. Calcando el ceremonial toledano y dando fe de la misión hispánica universal de lo ástur y asturiano. Los visigodos eran escandinavos que habían recalado en la Dacia y posteriormente en zona gálica sureña, en Narbona. Es apasionante y esclarecedor, desde el punto de vista investigador, la obra del catedrático Besga Marroquín, que se explaya profusamente en el desarrollo señalado del Reino de Asturias y sus orígenes hispano-godos inequívocos. Los ástures, una denominación teórica meramente convencional, para designar a veintidós pueblos celtizados del noroeste y la zona cantábrica, eran ástures transmontanos y astures cismontanos, en sus agrupaciones confederadas. Luggones y pésicos eran ástures, la gente de Campa de Torres y de los castros de una muy amplia zona central del actual Principado. Es denunciable que se tache al covadonguismo de cuento viejuno nacionalista español casi fascista, cuando, en realidad, toda la Península era ya oriental y rehén de manos islámicas y se había convertido en sumisa vasalla o tributaria del poder fiscal mahometano. Recordemos que el historiador Claudio Sánchez Albornoz, en "El Reino de Asturias, orígenes de la nación española", afirma que sin Asturias, iniciadora de la recuperación cristiana, buena parte de Europa sería hoy musulmana.¿Hipérbole o certísima aseveración? Lo ´que es indubitado es que el Reino de Asturias, localizable e inserto en el territorio de la antigua gran Gallaecia céltica, romana y, por supuesto, hasta sueva, supo aglutinar a galaicos, ástures, cántabros y vascones en la defensa de una cristiandad humilde, que fue ganando vigor inusitado para sentar las bases de la universal Hispanidad, concepto no necesariamente integrista ni excluyente de nada o nadie (el mismo Sánchez Albornoz, estudioso de las instituciones y del pasado neovisigótico de los Reinos de Asturias-León y Castilla, era un destacado ministro republicano, católico y exiliado. Cae de cuenta leer al catedrático de árabe Emilio González Ferrín, que niega la mayor, la misma existencia de una megainvasión árabe de Hispania o Spania visigoda. Es de recibo conocer que la cultura andalusí, que, bajo poder islámico, ciertamente alcanzó cumbres brillantes en lo cultural, estaba muy influida por todas las corrientes mediterráneas clásicas, judías y de oriente medio, con antecedentes en lo griego, babilónico y sasánida. Siendo el dominio militar cosa de razzias tribales bereberes, con algunos centenares de adalides de origen sirio-árabe e incluso algún yernení. Los españoles, la verdad, somos totalmente románicos, tan íberos, celtas, francos, vascones, suevos y visigodos como lejanos y ajenos a la pureza árabe, a pesar del "ojalá", muchos vestigios antiguos, palabras corno aceite, almohada o muecín. Guadiana. La existencia de una población conversa muladí, mudéjares y mozárabes fue difusionismo cultural. En Asturias nació una España heredera de lo romano-visigodo y unión de todos los pueblos cantábricos. Todo ello dicho sin dogmatismo, asomo de revisionismo ni integrismo étnico cristiano viejo. España es plural tierra europea, fértil por su apertura. España fue "las Españas" siempre hasta el electo rey Amadeo de Saboya.

Cartas

Número de cartas: 48899

Número de cartas en Diciembre: 22

Tribunas

Número de tribunas: 2174

Número de tribunas en Diciembre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador